A diferencia de muchos otros refrigerios, los frutos secos son ricos y buenos para el organismo. Entonces, ¿por qué no cambiar las frituras de siempre por un delicioso tazón de almendras tostadas?
Gracias a sus altos niveles de grasas monoinsaturadas, las almendras y las nueces son excelentes para mantener un corazón sano. Son ricas en vitamina E, antioxidante que podría combatir el daño de los radicales libres, el cual, a la larga, es capaz de provocar cáncer o cardiopatías.
Además, las almendras ayudan a combatir el estrés. Una investigación hecha en estudiantes universitarios descubrió que la ansiedad por la temporada de exámenes causaba que los pupilos perdieran magnesio, mineral que ayuda a relajar los músculos y se encuentra en estos frutos secos.
Otro estudio mostró que, si los niveles de magnesio bajan, los síntomas del estrés pueden empeorar.
Hay evidencia de que al comer 30 gramos (un puñado) de frutos secos a diario, en especial almendras, se pueden reducir los niveles de colesterol dañino.
El fruto del almendro contiene 7 por ciento de fibra; esto es bueno, ya que los alimentos ricos en ella pueden ayudar a prevenir el cáncer de colon.
