¡Ama tu cuerpo ahora mismo!
Valorar tu cuerpo y lo que es capaz de realizar puede ser motivo de orgullo, sin importar tu índice de masa corporal.
Los ojos cafés de tu padre. Las piernas largas de tu madre. Tus propios dones asombrosos, ya sea tocar piezas populares en el piano, preparar un delicioso pastel o estar al tanto del hogar y de la familia después de una larga jornada.
Debes sentirte orgullosa de todo esto, independientemente de que tengas o no algunos kilos de más que bajar. “Puedes mejorar tu imagen corporal incluso antes de que cambies tu aspecto”, afirma la psicóloga Elena Marie Ramírez.
Empieza a verte en el espejo uno o dos minutos todos los días, al principio completamente vestida, y después cada vez con menos ropa.
Fíjate en lo que te dice tu crítica interior, así como en los sentimientos que surgen. Luego, busca rasgos que te agraden. Lo más probable sea que encuentres cada vez más detalles que admirar.
¿Evitas situaciones o actividades a causa de tu cuerpo? Anótalas y luego cuestiónalas.
¿Qué esperas realmente? Tener una lista frente a tus ojos te puede ayudar a superar la actitud de “Esperaré a que esté delgada para…”.
Todas hemos admirado a esa mujer poco esbelta que se arregla, se peina y se viste impecablemente. ¡Sé esa persona segura!
Atrévete a usar lo que te hace feliz, ya sea una almidonada camisa blanca metida en unos pantalones de mezclilla o un suéter ajustado.
Al mismo tiempo, consiente tu cuerpo con un sueño reparador, productos dermatológicos de calidad, baños relajantes, alimentos sanos y ejercicio.
Cuidarte, sin importar tu peso actual, te dará una sensación de profundo bienestar.
¿Te tratas bien? ¿Te gusta tu cuerpo? ¿Que le falta para que lo quieras?