Apocalipsis Zombie: Paciente Z – Una propuesta diferente (pero con limitaciones)
Una visión distinta del apocalipsis zombie: 'Paciente Z' sorprende en algunos aspectos, aunque no termina de consolidar su potencial.
Apocalipsis Zombie: Paciente Z (originalmente MadS) es una película francesa dirigida por David Moreau (The Eye), filmada en una sola toma continua, que apuesta por una narrativa en tiempo real con un enfoque poco convencional dentro del género zombie.
Sinopsis: Romain acaba de cumplir años y está ansioso por celebrarlo con una gran fiesta junto a su novia y amigos. Para añadirle un toque más salvaje a la noche, hace una rápida parada en casa de su dealer y prueba una nueva droga. Sin embargo, todo cambia cuando, de regreso a casa, se detiene en la carretera para ayudar a una mujer herida que, presa del pánico, termina golpeándose la cabeza hasta morir frente a él.
A medida que pasan las horas, Romain empieza a sentirse extraño. Entre el shock, la angustia y los efectos de la sustancia, comienza a preguntarse si sus síntomas son consecuencia de la droga o si algo más oscuro está a punto de desatarse. Lo que sigue es una espiral de caos, cuerpos convulsionando, militares fuera de control y una amenaza que se multiplica sin explicación lógica.
La película evita los lugares comunes del género: aquí los infectados son rápidos, viscerales y en momentos incluso absurdos. Su comportamiento genera sorpresa y tensión sin depender del “susto fácil”, lo cual es un mérito.
La cinta da un giro inesperado al dejar de centrarse en Romain para enfocarse en Laurie Pavy, quien aporta fuerza y sensibilidad. Su actuación transmite el desgarro emocional de una mujer enfrentada al colapso de la realidad. Es en ella donde la película encuentra su mejor tono dramático.
La banda sonora acompaña eficazmente cada escena, desde los momentos de tensión hasta los más introspectivos.
La mezcla de sonido está particularmente bien cuidada, considerando que la película se filmó en una sola toma con múltiples locaciones.
Aunque algunos críticos aseguran que la segunda mitad mejora, la realidad es más ambigua: hay momentos más tensos, sí, pero el ritmo general es inconstante, con escenas que se alargan innecesariamente o no aportan al desarrollo.
La idea de una infección que comienza con un mal viaje y se propaga sin explicación inmediata es interesante, pero el guion no profundiza lo suficiente.
Lo mismo ocurre con el drama humano: hay buenos elementos, pero no llegan a explorarse a fondo.
El uso de cámara en mano genera autenticidad, pero en muchas escenas provoca mareo y desorientación. CAl estar filmada en una sola toma, algunos movimientos de cámara y ediciones se sienten torpes, afectando la claridad en momentos clave.
Apocalipsis Zombie: Paciente Z no es una joya del terror, pero sí una propuesta original que se arriesga.
No logra todo lo que se propone, pero tiene alma, tensión, buenas actuaciones y una atmósfera que por momentos logra absorberte.
Si te gusta el terror zombie con un enfoque menos tradicional y puedes tolerar algunas fallas técnicas y narrativas, es una experiencia distinta a la que le puedes dar una oportunidad en la sala de cine
No es perfecta, pero al menos intenta algo nuevo, y en el género zombie, eso ya es un mérito.
Con información de Dark Side Distribution.