Aprende a congelar todo… ¡hasta tortillas!
Los vegetales, la fruta, la carne, las aves, el pescado e incluso algunas hierbas y especias conservan su valor nutricional al congelarlos.
Emplear el congelador para guardar alimentos listos para preparar en cualquier momento es una excelente idea. Los vegetales, la fruta, la carne, las aves, el pescado e incluso algunas hierbas y especias conservan su valor nutricional al congelarlos.
Al comprar carne, aves y pescados para congelarlos, busca una etiqueta en el empaque que diga es “apto para congelar”. Congela el mismo día que lo compras, no lo mantengas más de tres meses en el congelador y nunca vuelvas a congelar carne, pescado o aves, aunque los hayas cocido.
Los vegetales congelados son muy prácticos, ya sea que los compres en el supermercado o los cortes de tu propio jardín. Si piensas congelar los vegetales de tu huerto, hazlo lo más pronto posible después de cortarlos para que no pierdan vitaminas y minerales esenciales.
Lava y corta los vegetales listos para congelar, y luego blanquéalos en una cacerola con agua hirviendo durante 2 o 3 minutos. Retíralos con un colador, enjuágalos con agua fría y guárdalos en recipientes marcados.
Una vez abiertas, vuelve a cerrar las bolsas de vegetales congelados con una liga. Los vegetales para ensaladas no se pueden congelar.
Siempre descongela por completo la comida a temperatura ambiente antes de cocinarla. No cocines aves o carnes congeladas, ya que es posible que no queden bien cocidas.
Algunos pescados y mariscos pueden cocinarse congelados; sigue las instrucciones de la receta. Y ya que hablamos de congelar, ¿los alimentos congelados son una buena opción?
Para el proceso solo necesitas la cantidad de tortillas a congelar, papel encerado o plástico limpio a la medida de las tortillas y etiqueta adhesiva, se explica en La Brújula de Compra, el boletín electrónico de la Procuraduría Federal del Consumidor.
Separa las tortillas y colócalas entre papel encerado o plástico cortado a la medida de las tortillas; luego mételas en una bolsa de plástico a la cual le sacarás el aire y luego le harás un nudo.
Coloca una etiqueta con la fecha de congelación y mételas al congelador, donde pueden permanecer hasta un mes. Para descongelarlas solo basta ponerlas a calentar en un comal.
Los procesos para conservar los alimentos son diversos y van desde los más antiguos y sencillos como el ahumado y el salado, hasta los más modernos como el enlatado, la refrigeración y la congelación.
La Brújula de Compra te hace estas recomendaciones