¿Lo Sabías?

Aprende a realizar un RCP básico correctamente

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica de emergencia que se utiliza para salvar vidas en caso de paro cardíaco. La RCP consiste en realizar compresiones torácicas y ventilación artificial para mantener el flujo sanguíneo y el oxígeno al cerebro y al corazón hasta que llegue la ayuda médica.

La Asociación Americana del Corazón recomienda comenzar con reanimación cardiopulmonar haciendo compresiones fuertes y rápidas en el pecho. Esta recomendación de RCP solo con las manos se aplica tanto a las personas sin capacitación como al personal de primeros auxilios.

Aprender a realizar un RCP básico es una habilidad importante que puede salvar vidas. Con un poco de práctica, podrás realizar la RCP correctamente y ayudar a alguien que la necesite.

En este artículo, aprenderás los pasos básicos de la RCP. También aprenderás sobre los riesgos y contraindicaciones de la RCP, y cómo llamar a los servicios de emergencia.

La misma asociación recomienda comenzar con reanimación cardiopulmonar haciendo compresiones fuertes y rápidas en el pecho. Esta recomendación de RCP solo con las manos se aplica tanto a las personas sin capacitación como al personal de primeros auxilios.

Si tienes miedo de realizar una reanimación cardiopulmonar o no estás seguro de cómo hacerlo correctamente, recuerda que intentarlo siempre es mejor que no hacer nada. Actuar en lugar de dudar puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Los tres pasos fundamentales (C-A-B)

  • Compresiones en el pecho
  • Abrir la vía respiratoria
  • Respiración de rescate

La Asociación Americana del Corazón utiliza las letras inglesas C-A-B para ayudar a las personas a recordar el orden en que deben hacer los pasos de la reanimación cardiopulmonar.

  • C: compresiones (en inglés “compressions”)
  • A: vía respiratoria (en inglés “airway”)
  • B: respiración (en inglés “breathing”)

Compresiones: restauran el flujo sanguíneo

Las técnicas de compresión consisten en utilizar las manos para aplicar una presión rápida y enérgica sobre una zona concreta del tórax de la persona. Cada compresión debe aplicarse con precisión y rapidez, y se consideran el componente crucial de la reanimación cardiopulmonar.

Antes de comenzar: qué debes hacer

Para empezar, es importante asegurarse de que la persona está realmente inconsciente, moviéndole suavemente los hombros y preguntándole si se encuentra bien.

Si no responde, debemos observar su respiración. Para ello, debemos colocar a la persona boca arriba con la barbilla levantada y la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás para abrirle las vías respiratorias.

En esta posición, escuchamos atentamente para sentir y oír cualquier signo de ritmo respiratorio.
Si la persona sigue sin responder y la respiración es dificultosa o hay sibilancias y jadeos, debemos llamar enseguida a los servicios de urgencias para explicarles lo que está ocurriendo. Entonces, debemos proceder a la reanimación cardiopulmonar (RCP).

Reanimación cardiopulmonar básica: cómo realizarla

Es muy importante actuar cuanto antes en una parada cardiorrespiratoria. En caso de no saber hacer la RCP, podemos realizar compresiones en el pecho sin inhalaciones hasta que llegue el equipo de emergencias. Estas son las pautas básicas de la RCP:

  • Primero. Debemos situarnos de rodillas junto a la persona desmayada y poner el talón de la palma de la mano en el centro del pecho, en concreto en la mitad inferior del esternón.
  • Segundo. Colocamos la otra mano encima de la que ya tenemos situada en el pecho y entrelazamos los dedos.
  • Tercero. Nos inclinamos verticalmente con los brazos estirados y, en esa posición, presionamos el esternón, para comprimirlo 5 centímetros.
  • Cuarto. Después de la compresión, debemos liberar la presión sobre el pecho, pero seguimos manteniendo el contacto entre las manos y el esternón. No hay que aplicar presión en las costillas o el abdomen.
  • Quinto. Repetimos las compresiones a una velocidad de 100-120 compresiones por minuto. Por eso, si es posible, debemos alternarnos con otra persona para continuar con la reanimación cardiopulmonar.
  • Sexto. ¿Hay un desfibrilador automático cerca? Cada vez son más habituales y permiten realizar una reanimación mediante instrucciones habladas y visuales. En caso de que haya uno próximo, alguno de los testigos debe ir a buscarlo y, en el mismo momento que llegue, se debe encender y poner los electrodos en el pecho, directamente en la piel, mientras se continúan con las maniobras. Una vez colocado, se deben seguir las indicaciones del desfibrilador.

¿Cuándo se debe parar la RCP?

El masaje cardíaco sólo debe interrumpirse si lo indica el equipo médico o si la víctima muestra signos de recuperación, como despertarse, moverse, abrir los ojos o respirar con normalidad. Sin embargo, los especialistas indican que “es poco probable que la RCP por sí sola reanude la actividad cardíaca espontánea, así que, a menos que estemos seguros de que la víctima se ha recuperado, continuaremos con la RCP”.

Niños: claves de la RCP correcta

Al igual que en el caso de los adultos, ponerse en contacto con los servicios de emergencia y evaluar la consciencia y la respiración del niño son pasos fundamentales.

Si estamos solos con el niño y no podemos llamar a emergencias a la vez que hacemos la RCP, lo aconsejable es iniciar primero la RCP con cinco ciclos de 30 compresiones y 2 inhalaciones, para llamar y activar después al 911.

Antes de comenzar la reanimación, hay que colocar al niño boca arriba en una superficie dura, y, así, continuar las secuencias de 1 a 3.

  1. Abrimos la vía aérea. Inclinamos la cabeza suavemente hacia atrás con una mano en la frente y la otra en la barbilla. Después, abrimos la boca con la punta de los dedos. Entonces, nos acercamos con la oreja a la boca para sentir y escuchar la respiración. Si no respira, debemos empezar con el boca a boca.
  2. Realizamos el boca a boca. Realizamos 2 respiraciones boca a boca en niños, o en bebés también se puede hacer boca a nariz. Después, observamos si se mueve, respira o si está pálido o morado. En caso de que no haya ninguna señal de vida, debemos pasar a las compresiones torácicas.
  3. Compresiones torácicas. En el centro del pecho, presionamos fuerte y con rapidez para comprimirlo 4 centímetros con una frecuencia de 100 a 120 por minuto. En menores de un año hay que utilizar dos dedos.

Con información de Clínica Mayo

Lilo

Comunicóloga por la UNAM. Redactora de temas de bienestar general. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly. Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.

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