Así afectan los cigarros electrónicos a tu boca
Un estudio cuestiona los cigarrillos electrónicos, el vapeo podría desequilibrar la microbiota y favorecer infecciones bucales.
Los cigarrillos electrónicos gozan de una gran popularidad entre los jóvenes estadounidenses. Este dispositivo ha conquistado a más del 20 por ciento de los estudiantes de bachillerato y a cerca del 5 por ciento de los de secundaria.
En México más de un millón de personas usa el cigarrillo electrónico, según la Asociación Civil México y el Mundo Vapeando. De esta población el 10 por ciento corresponde a adolescentes.
Una de las razones por las que las personas cambian el cigarro convencional por los electrónicos es por los daños a la salud.
Pero, ¿se conoce realmente el riesgo que implica el uso de estos dispositivos electrónicos? ¿Por qué la FDA avala un dispositivo de tabaco calentado?
La microbiota oral, conformada por bacterias, arqueas, hongos, virus y protozoos, es la segunda más grande y diversa después del intestino.
Allí cohabitan más de 700 especies de bacterias que contribuyen a la buena salud de la boca y del organismo en general.
Su desequilibrio puede provocar diferentes enfermedades como caries y periodontitis de no tratarse a tiempo. Esas afecciones pueden ser causantes de padecimientos más graves como enfermedades cardiovasculares.
Esa disbiosis puede ser provocada por factores como la dieta o el cigarrillo.
Aunque en 2018 se publicó un estudio que exoneró al cigarrillo electrónico de cualquier responsabilidad por los efectos perjudiciales observados en la microbiota de los intestinos, la boca y la saliva, al parecer no es tan inocuo.
Recientemente, el Biocodex Microbiota Institute publicó un estudio que cuestiona qué tan seguro es el uso de cigarrillos electrónicos.
La investigación demostró el daño que causa a la microbiota oral o microbiota ORL, la cual abarca oreja, nariz y garganta.
La investigación reunió a un grupo de fumadores (grupo A), usuarios de cigarrillos electrónicos y vapeadores (grupo B) y otro de no fumadores (grupo C).
Las afecciones en dientes, encías y boca del grupo A fue de 72.5 por ciento, liderando el ranking.
El primer hallazgo fue que si bien el índice de severidad de las afecciones de dientes, encías y boca era más bajo entre los vapeadores (42.5 por ciento) que en los fumadores (72.5 por ciento) era mucho más alto que en los no fumadores (28.2 por ciento).
El segundo hallazgo fue que los usuarios de vapeadores presentaban un desequilibrio de la microbiota oral comparable al de los fumadores.
Su saliva, que contenía una mayor abundancia de bacterias que la de los no fumadores, mostraba una proliferación de especies nocivas para la salud bucodental.
Además, las células humanas expuestas a aerosoles de cigarrillos electrónicos son más sensibles a las infecciones bacterianas que las células expuestas al aire.
Según los autores, los resultados de estos estudios realizados tanto en el ser humano como en células confirman que el vapeo provoca una desequilibrio de la microbiota oral y acentúa la vulnerabilidad a infecciones. Sin embargo, falta establecer el vínculo entre estos dos efectos.
También parece necesario realizar estudios más profundos sobre el conjunto de efectos del vapeo sobre la salud bucodental, respiratoria y cardiovascular, sobre todo a largo plazo.
“El avance en los estudios relacionados con el uso de cigarrillos electrónicos, vapeadores y su impacto en la salud de las personas ha permitido que se descubran efectos importantes” mencionó la Dra. Valentina García, representante del Biocodex Microbiota Institute en México.