Así de fácil puede detectarse la displasia de cadera

La displasia del desarrollo de la cadera es la patología más común al nacimiento, pues se presenta en uno de cada 50 bebés. Si no se atiende de manera oportuna puede avanzar tanto que en la edad adulta será necesaria la sustitución de la cadera por una prótesis.

La displasia de cadera es un padecimiento fácilmente detectable

Sus síntomas son perceptibles, tal es el caso del sonido que emite la cadera al momento de abrir las piernas del bebé durante el cambio de pañales o asimetrías entre piernas y glúteos.

Si se percibe alguna irregularidad debe acudirse al médico inmediatamente para que confirme el diagnóstico mediante una ultrasonografía, un estudio de alta eficiencia que ayudará a detectar el padecimiento desde antes de los tres meses de edad.

Este diagnóstico evitará que en el futuro los menores presenten una afección grave. Actualmente infinidad de niños llegan cojeando a los consultorios médicos o caminando como “patito”, evidencia de que existe displasia en ambos lados de la cadera, explica el Dr. Roberto Galván Lizárraga, jefe del departamento de enseñanza y de la clínica de patología de cadera del Hospital Shriners para Niños México.

En México infinidad de casos no son detectados a tiempo, pues se considera como algo “insignificante”, lo que ocasiona el padecimiento se desarrolle de tal manera que el tratamiento debe ser quirúrgico.

Datos para tomar en cuenta

Algunas de las acciones que propician este tipo de padecimiento se encuentra en los comportamientos culturales como envolver al bebé con las piernas juntas como “taquito”.

Si el pequeño cuenta con síntomas previos con esa postura se provoca que las caderas se junten y se salgan.

Esta patología es más común en mujeres, con una prevalencia de 8 a 1, más frecuente de lado izquierdo, después bilateral y después de lado derecho. Se da mayormente en la raza blanca.

En la antigüedad los mayas cargaban a los bebés en la espalda, en una posición de piernas en abducción (abiertas) lo que ayuda a que el acetábulo de la cadera se forme y previene el padecimiento.