Así puedes activar la hormona que ayuda a bajar de peso
La pérdida de peso puede ser un desafío para muchas personas, pero al entender cómo funciona esta hormona y cómo estimular su producción, puedes potenciar tus esfuerzos.
En este artículo, te explicaremos cómo activar la hormona que ayuda a bajar de peso de manera natural y saludable.
La pérdida de peso puede ser un desafío para muchas personas, pero al entender cómo funciona esta hormona y cómo estimular su producción, puedes potenciar tus esfuerzos para lograr tus objetivos de peso de manera más eficiente.
Hay factores de nuestra vida que pueden volverse un impedimento para poder adelgazar, y ni siquiera los conocemos.
Una de ellas es la leptina. Pues cuando se encuentra baja o muy alta, impide bajar de peso pero los hábitos saludables la pueden regular. Se considera una hormona “saciante” porque desempeña un papel clave en la regulación del apetito y la ingesta de alimentos. La leptina se secreta en proporción a la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo.
Cuando los niveles de grasa aumentan, se liberan mayores cantidades de leptina, lo que envía señales al cerebro para reducir el apetito y aumentar el gasto de energía. Sin embargo, en algunos casos de obesidad, se desarrolla resistencia a la leptina, lo que significa que el cerebro no responde adecuadamente a la señal de saciedad, lo que puede contribuir al aumento de peso.
La adiponectina es una hormona producida principalmente por el tejido adiposo blanco, que es el tipo de grasa que se encuentra en el cuerpo. Se considera una hormona “beneficiosa” debido a sus efectos metabólicos positivos. La adiponectina ayuda a regular la sensibilidad a la insulina, lo que significa que ayuda a mantener niveles normales de glucosa en sangre y a prevenir la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2.
También tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a reducir la acumulación de lípidos en las arterias, lo que podría tener un efecto protector contra las enfermedades cardiovasculares. La adiponectina también está involucrada en la regulación del apetito y la saciedad.
Pon a prueba estos cuatro pasos y podrás activar las hormonas pues si bien la leptina es la que regula el apetito y la ingesta de alimentos también esta la adiponectina que está relacionada con la sensibilidad a la insulina, la inflamación y la salud cardiovascular, que te permitirán bajar de peso. Y ambas hormonas desempeñan un papel importante en el metabolismo y el control del peso corporal.
Es recomendable que antes de seguir estos consejos, consultes con el médico para verificar tu estado de salud y que no haya complicaciones para adelgazar.
Una buena manera de aumentar la ingesta de verduras, es comenzando desde el desayuno. Incorpóralas en un batido natural. Los jugos verdes suelen ser los preferidos.
Para tus almuerzos, siempre debe haber una ensalada. No ingieras proteínas sólo de origen animal. Cambia la mantequilla por el aceite de coco. Sustituye todos los aceites por aceite de oliva. Poco a poco, disminuye el consumo de carbohidratos hasta lograr media porción al día.
Intenta respetar un horario aproximado para cada una de tus comidas. Otro consejo es respetar tu desayuno, es el alimento más importante del día. Realiza 6 comidas al día: 4 principales y 2 colaciones. Esto te ayudará a disminuir el tamaño de tus porciones y llegarás con menos apetito a la próxima comida.
Tu última comida debe ser tres horas antes de ir a la cama. Mantén una rutina sobre esto para no ralentizar tu metabolismo. Entre las diferentes comidas sólo puedes beber agua o alguna infusión de hierbas.
Comienza por un entrenamiento suave, según tu capacidad física. Puedes caminar, correr, nadar o salir a andar en bicicleta. Si llevas una vida sedentaria, comienza por 10 minutos y cada 2 días suma 5 minutos más de ejercicio.
Procura que todas tus comidas tengan proteína, grasas vegetales y carbohidratos complejos. Un estudio de la Universidad de Cambridge demostró que los desayunos altos en proteína incrementan las hormonas de saciedad.
“En vez de tener 3 comidas grandes, es mejor hacer 5 o 6 comidas durante el día. Procura que cada una sea de entre 250 y 350 calorías”, aconseja Geoffrey Redmond, director del Centro Hormonal de Nueva York.
El estrés activa la respuesta involuntaria del cuerpo llamada “de lucha o huida”, como si se encontrara en peligro. Por si fuera poco, también liberas cortisol, que de forma automática aumenta el apetito. La solución, según expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, es relajarte.
Investigaciones de la Universidad de Brigham Young sugieren que debemos dormir de 6.5 a 8 horas. De lo contrario, el cuerpo no libera la suficiente leptina, una hormona que ayuda a inhibir la producción de péptidos, que disparan las ganas de comer.
Pat Gilles, un entrenador fitness de Wisconsin, asegura que hacer ejercicios como desplantes y burpees también ayuda a activar las hormonas que bajan de peso.
Con información de: labioguia.com