La sandía, con su sabor dulce, color rojo vibrante y frescura incomparable, conquista paladares alrededor del mundo. No es de extrañar que sea la fruta predilecta del verano, brindándonos hidratación natural en los días calurosos.
Su historia nos remonta a las estaciones secas, donde era cultivada no solo como alimento, sino también como un peculiar método de almacenar agua. Las primeras sandías distaban mucho de las que conocemos hoy: amargas, de color amarillento y difíciles de abrir. Gracias a la selección artificial, este fruto ha evolucionado hacia su irresistible sabor actual.
Cultivadas durante el verano, las sandías maduran aproximadamente 40 días después de la floración. Si eres un amante de esta fruta y te preguntas si puedes cultivarla en casa, ¡la respuesta es un rotundo sí!
Contrario a lo que muchos piensan, cultivar sandía no es una tarea titánica. Aunque generalmente requiere espacio considerable, es posible hacerlo en una maceta amplia, incluso si tu espacio es limitado.
Para que disfrutes de tus propias sandías cultivadas en casa, te invitamos a seguir esta guía paso a paso:
Existen numerosas variedades de sandía, desde pequeñas y redondas hasta grandes y alargadas. Para cultivar en maceta, opta por variedades compactas como “Sugar Baby”, “Bush Sugar Baby” o “Crimson Sweet”.
Elige una maceta de al menos 30 litros de capacidad y 30 cm de diámetro. Asegúrate de que tenga buen drenaje para evitar encharcamientos.
Utiliza un sustrato ligero y aireado, rico en nutrientes. Puedes mezclar tierra vegetal con composta o humus de lombriz.
Asegúrate de que la temperatura ambiente se encuentre entre los 19°C, si es así, coloca de 3 a 4 semillas en la maceta, colocándolas en tierra fértil y tapando ligeramente, humedece la tierra, pero sin llegar a encharcar y espera a que germinen, lo cual sucede en 6 a 10 días. Mantén el sustrato húmedo y coloca la maceta en un lugar soleado y cálido.
Riega con frecuencia, especialmente durante la germinación y floración. Fertiliza cada dos semanas con un abono rico en potasio.
Las sandías necesitan polinización para dar frutos. Puedes hacerlo manualmente con un pincel, transfiriendo el polen de las flores masculinas a las femeninas.
Las sandías estarán listas para cosechar entre 80 y 100 días después de la siembra. Un indicio de maduración es el sonido hueco al golpear la fruta.
¡Disfruta de tus deliciosas sandías cultivadas en maceta!
Con información de Enseñame de Ciencia
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