Atrofia vaginal: la guía completa sobre causas, síntomas y tratamientos

La atrofia vaginal es una de esas condiciones médicas de las que poco se habla, pero que afecta a un número inmenso de mujeres, especialmente durante y después de la menopausia. Es una afección “increíblemente común y poco reportada”, como afirman los ginecólogos.

De hecho, estudios revelan que hasta un 81 % de las mujeres desconocía que se trataba de un problema médico con solución.

Si has experimentado sequedad, molestias o dolor, este artículo te explicará, con base en la opinión de expertos, qué es exactamente la atrofia vaginal, por qué ocurre y qué tratamientos efectivos existen para recuperar tu bienestar.

¿Qué es exactamente la atrofia vaginal?

Para entender la atrofia vaginal, primero debemos hablar del estrógeno. Esta hormona es clave para mantener la salud de muchos tejidos en el cuerpo, incluyendo la piel de la vagina. El Dr. Alan Lindemann, obstetra, lo explica de forma sencilla: “atrofia significa literalmente resequedad o encogimiento”.

Cuando los niveles de estrógeno son adecuados, el tejido vaginal es grueso, elástico y está bien lubricado. Sin embargo, con la llegada de la menopausia, los niveles de estrógeno caen drásticamente. Como consecuencia, “la piel de la vagina se vuelve delgada, seca y no elástica”, señala el Dr. Lindemann. Este cambio también reduce el flujo sanguíneo y altera el pH vaginal, lo que puede permitir la proliferación de bacterias más inflamatorias.

Síntomas comunes que no debes ignorar

Los cambios físicos en el tejido vaginal provocan una serie de síntomas que pueden afectar significativamente la calidad de vida. Es fundamental reconocerlos para buscar ayuda. Según la Dra. Helai Hesham, ginecóloga obstetra, los más frecuentes incluyen:

  • Sequedad, irritación y sensación de picor vaginal.
  • Dolor o molestias durante las relaciones sexuales (dispareunia).
  • Ligero sangrado después del coito debido a la fragilidad del tejido.
  • Síntomas urinarios, como urgencia para orinar, frecuencia elevada e incluso infecciones del tracto urinario recurrentes.
  • En algunos casos, incontinencia urinaria.

¿A quiénes afecta? Mucho más allá de la menopausia

Aunque toda mujer en la menopausia experimentará cierto grado de atrofia vaginal, no es una condición exclusiva de esta etapa. Se estima que hasta un 57 % de las mujeres posmenopáusicas presentan síntomas lo suficientemente severos como para interferir en su vida diaria, pero a menudo se sienten avergonzadas de comentarlo, asumiendo que es una parte “normal” del envejecimiento.

Además, aproximadamente un 15 % de las mujeres experimentan estos síntomas a una edad más temprana. Otros grupos de riesgo son:

  • Mujeres en tratamiento contra el cáncer de mama.
  • Madres recientes o que están amamantando.
  • Mujeres a quienes se les han extirpado los ovarios quirúrgicamente.
  • Aquellas que usan ciertos medicamentos para tratar fibromas o endometriosis.

Tratamientos efectivos para la atrofia vaginal

La buena noticia es que no tienes que resignarte a vivir con las molestias. Existen dos enfoques principales de tratamiento que los médicos recomiendan, los cuales pueden devolver la salud y la comodidad a la zona íntima.

1. Opciones no hormonales

Son el primer paso y resultan muy efectivos para muchas mujeres.

  • Hidratantes vaginales: Se usan de forma regular (varias veces por semana) para mantener la humedad del tejido y aliviar la sequedad y el picor.
  • Lubricantes vaginales: Son de acción corta y se aplican justo antes de la actividad sexual para facilitar la penetración y evitar el dolor.
  • Terapia láser vaginal: Es una tecnología más reciente que estimula la producción de colágeno en la vagina. Se considera una opción para mujeres que no responden a otras terapias o no son candidatas a tratamientos hormonales.

2. Terapias hormonales

Estos tratamientos se centran en reponer el estrógeno que el cuerpo ha dejado de producir.

  • Estrógeno vaginal localizado: Es el tratamiento más común. Viene en forma de cremas, anillos o supositorios que se aplican directamente en la vagina. Actúa localmente restaurando el grosor del tejido, el pH y el flujo sanguíneo, con una absorción mínima al resto del cuerpo.
  • Terapia de Reemplazo Hormonal (TRH): Se trata de estrógeno oral o en parches que trata los síntomas de la menopausia en todo el cuerpo, como los sofocos y los cambios de humor, y también ayuda con la atrofia vaginal.
  • Moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM): Son medicamentos orales sin estrógenos que actúan como tal en ciertos tejidos. Son una alternativa para mujeres que no pueden usar terapia hormonal, como aquellas con antecedentes de cáncer de mama. Puedes encontrar más información científica en fuentes como The Journal of Sexual Medicine.

Conclusión: tu bienestar íntimo es una prioridad

La atrofia vaginal es una condición médica real y tratable, no una consecuencia inevitable del envejecimiento con la que debas conformarte. Desde cambios en el estilo de vida y el uso de hidratantes, hasta terapias hormonales seguras y efectivas, existe un amplio abanico de soluciones.

El paso más importante es romper el silencio y hablar con un profesional de la salud.

Si reconoces estos síntomas, no dudes en hablar con tu ginecólogo. Tu bienestar íntimo es una parte fundamental de tu salud general.

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