Aunque ya exista la vacuna contra el Covid-19, no hagas esto
Con la vacunación no termina la pandemia ni la posibilidad de una infección, estas son algunas recomendaciones para la prevención del Covid-19.
Hace unos días la Secretaría de Salud presentó la Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 para la prevención de la enfermedad Covid-19.
El gobierno mexicano dio a conocer su estrategia de vacunación, la cual implica retos adicionales a los que ya existen por la pandemia, como los diferentes requerimientos de manejo y administración de los prospectos de vacunas.
La Política Nacional de Vacunación contra el virus SARS-CoV-2 contempla la inmunización de forma prioritaria al personal de salud que está en la primera línea de atención de la pandemia. En el primer periodo se aplicarán 125 mil esquemas del laboratorio Pfizer / BioNTech en dos sitios iniciales, que son la Ciudad de México, con 107 mil vacunas, y Coahuila con 17 mil 500.
Se prevé alcanzar la meta de cobertura a finales de 2021 y conforme se vayan desarrollando nuevas vacunas se irá ampliando la capacidad de adquisición. Ante este panorama lo más conveniente es ser prudentes y pacientes.
La realidad es que pasarán meses para que la mayoría de la población la reciba, pues el orden de la vacunación se creó con base en evidencia científica y en las mejores prácticas nacionales e internacionales en materia de prevención, control de enfermedades, aspectos éticos, de igualdad social y justicia en el acceso a los servicios de salud.
El orden establecido es el siguiente:
La meta del programa de inmunización contra el SARS-CoV-2 es la vacunación del 75 por ciento de las personas mayores de 16 años y así lograr la reducción de la mortalidad por esta enfermedad.
El Dr. Tim Connolly, neumólogo del Hospital Houston Methodist, explica que el coronavirus no solo puede permanecer en el aire durante horas, sino que también puede infectar a través de los ojos, es mejor cubrir todas las áreas de entrada, como sea posible; especialmente al caminar en espacios públicos.
Por ejemplo, cuando salgas con tu familia a la farmacia, una cafetería o los baños de una gasolinera en un viaje por carretera, usen cubrebocas y simples anteojos transparentes. Del mismo modo, cuando tus hijos caminen por los pasillos de sus escuelas, enséñalos y pídeles que usan cubrebocas y gafas protectoras.
Según las actualizaciones recientes emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en los Estados Unidos, existe una evidencia creciente de que el Covid-19 se transmite mediante el aire en ciertas situaciones, particularmente en espacios cerrados y mal ventilados.
Además del simple hecho de hablar, toser o estornudar, existen otras actividades comunes que pueden alentar a que el nuevo coronavirus se transmita por el aire como:
• Hacer ejercicio de manera vigorosa en el gimnasio
• Cantar en coros de iglesia
• Animar mítines, eventos deportivos o conciertos
La naturaleza de transportarse por el aire del Covid-19 puede ayudar a explicar su dramática propagación en ciertos entornos, incluidos cruceros, hogares de ancianos, prisiones, supermercados y centros comerciales.
Las simples medidas preventivas que los profesionales de la salud pública han estado enfatizando desde el comienzo de la pandemia siguen siendo las más efectivas para prevenir el contagio. Estas reglas de seguridad incluyen:
La vacuna contra la influenza no solo reduce sustancialmente el riesgo de padecer esta enfermedad, sino que podría facilitar el trabajo del personal médico para enfocarse en atender a los pacientes con Covid-19, destacó el médico Eric Ochoa Hein del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
“Entre los beneficios está la reducción de hospitalizaciones, infartos cardiacos y cerebrales, episodios graves –en particular en gente mayor de edad– y muertes”, explicó durante un ciclo virtual organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana.
En el periodo 2018-2019, 97 por ciento de los mexicanos que fallecieron por influenza en hospitales no estaba vacunado, además de que la inmunidad de rebaño –derivada de una vacunación masiva– reduce las posibilidades de enfermar y contagiar a otros, lo que abatiría la tasa de casos y preservaría la infraestructura médica, los recursos humanos y los materiales.
El investigador adscrito a la subdirección de Epidemiología Hospitalaria y Control de la Calidad de la Atención Médica refirió la posibilidad de que algún mecanismo cruzado de la vacuna tenga un efecto en las defensas que permita a la vez proteger, aunque sea en un menor grado, de la Covid-19.
Un estudio recién publicado en Brasil demostró que puede haber una reducción de infección por el nuevo coronavirus, pues aquellas poblaciones que se vacunaron contra la influenza tuvieron menos casos de SARS–CoV-2 en todos los rangos de edades, por lo que es recomendable aplicar esa medida para que el organismo tenga tiempo de generar defensas.