La avena es un cereal integral que se ha consumido durante siglos. Es un alimento versátil que se puede utilizar en una variedad de platos, desde desayunos hasta postres.
La avena se destaca entre los cereales por su elevado contenido de fibras solubles. Las cuales prolongan el tiempo de paso por el tracto intestinal y disminuyen la absorción de glucosa, contribuyendo a generar una sensación de saciedad. Aunque sus proteínas son deficientes en algunos aminoácidos esenciales, al combinarla con leche se logran obtener proteínas completas.
Este cereal contiene vitamina E, B5 y B6, omega-6, grasas insaturadas, proteínas de alta calidad, así como minerales como hierro, selenio, magnesio, calcio y cobre. Además, es rica en ocho aminoácidos esenciales que estimulan la regeneración de tejidos en el cuerpo. Se ha comprobado que la avena es efectiva para reducir los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, gracias a su contenido de fibra soluble y omega-6.
Además, favorece el buen funcionamiento intestinal y previene el estreñimiento. Castro afirma en su artículo que existen estudios que sugieren que “consumir avena a diario puede reducir en más del 10% la probabilidad de desarrollar cáncer de mama o colon”. Por otra parte, gracias a su alto contenido en hidratos de carbono complejos, la avena es increíblemente saciante. Como resultado, puede ayudar a mantener una dieta sana y equilibrada y a evitar los tentempiés no deseados, por lo que es una opción muy apreciada para el desayuno.
En cuanto a las posibilidades culinarias de la avena, se pueden preparar diversos alimentos, especialmente para el desayuno, ya que su sabor se combina bien con frutas, yogures y frutos secos. Además, se puede utilizar en diferentes formas, como copos, harina o copos solubles. La forma tradicional de consumirla es en gachas de avena o porridge, mezclando el cereal con leche. Algunas personas prefieren hacer tortitas de avena o galletas, reemplazando la harina de trigo con copos o harina de avena. Y, por supuesto, combinarla con yogur y trozos de fruta brinda un desayuno completo, nutritivo y saciante.
Frecuentemente, al utilizar la avena como ingrediente, surge la pregunta de si es preferible consumirla cruda o cocida.
Los expertos aconsejan optar por la avena en su forma cruda, específicamente porque de esta manera se pueden aprovechar con mayor eficacia los nutrientes del producto. Aunque la avena conserva los mismos nutrientes en ambas formas, su contenido es más abundante cuando se consume en estado crudo.
No obstante, cocinar la avena no constituye un error grave, ya que no pierde por completo sus nutrientes. Simplemente, estos están presentes en menor proporción, permitiendo seguir disfrutando de sus beneficios.
Acá te compartimos algunas recetas: ¡Recobra energía! Prepara este licuado de avena con cacao, Licuado de avena, yogur y frutas para iniciar tu día, Tres recetas para disfrutar los beneficios de la avena
Con información de Alimente
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