Si estás tratando de decidir qué tipo de ave es mejor como mascota para un principiante, empieza por lo más sencillo.
Se afirma que uno tiene que aprender a gatear antes de poder caminar. Pues bien, cuando se trata de elegir el ave correcta para una persona que nunca ha tenido estos animales, los expertos dicen que hay que empezar a piar antes
de poder graznar.
Efectivamente, si nunca has tenido un ave antes —o si estás pensando en una mascota emplumada para un niño—, lo primero que debes hacer es considerar qué tipo de ave se acopla mejor a tu estilo de vida.
¿CHICA O GRANDE?
“A lo largo del tiempo, las mejores aves para principiantes han sido el periquito australiano y la cocotilla, o cacatúa ninfa”, dice Angela M. Lennox, médica veterinaria de la Clínica Aviar y de Animales Exóticos de Indianápolis, Indiana. “Estas avecillas son estupendas como mascotas y plantean menos desafíos que las aves grandes. Además, los dueños de aves novatos tienden a tenerles menos miedo a los pájaros pequeños”. Thomas Bankstahl, médico veterinario del Hospital Parkway de Animales Pequeños y Exóticos, en Clinton Township, Michigan, señala que si bien algunos amantes de las aves se inclinan por las especies grandes desde el comienzo, un ave grande puede resultar muy intimidante para quien nunca ha tenido uno de estos animales. Los principiantes a menudo “no saben distinguir entre el comportamiento normal y el anormal, y los problemas de conducta de un ave grande por lo general llevan al propietario a tenerle miedo a su mascota o a que ésta le dé mordiscos o picotazos”, advierte Bankstahl. “Esta situación trastorna la confianza entre el animal y su dueño; como consecuencia, al ave se le priva de pasar tiempo suficiente fuera de la jaula y no hace el ejercicio que necesita”.
“Las aves grandes, como las guacamayas y las cacatúas, manifiestan problemas de comportamiento de un modo más palpable”, añade Lennox. “Muchas personas llegan a disfrutar el reto que plantea cuidar un ave y, a la larga, adquieren una de tamaño grande. Pero un principiante quizá prefiera evitar estas especies e ir aprendiendo con aves más pequeñas y menos complicadas”.
LAS COSAS BUENAS VIENEN EN PAQUETES PEQUEÑOS
Que un ave sea de tamaño pequeño no necesariamente significa que tenga menos personalidad, dice Bankstahl. Toma en cuenta estas ventajas de las cocotillas y las cotorras:
- Por su comportamiento vivaz y disposición para interactuar, son mascotas muy apreciadas.
- Es relativamente fácil adiestrar a las cocotillas; el costo de mantenerlas es bajo, y les encanta silbar.
- Tanto las cocotillas como las cotorras tienen una esperanza de vida en cautiverio un poco mayor que otras especies más pequeñas. Dependiendo de su estado de salud, alimentación y cuidados, las cocotillas generalmente viven entre 15 y 20 años, mientras que los periquitos australianos no llegan a vivir más de 9 años.
Las cocotillas macho y muchos periquitos australianos aprenden a imitar voces, e incluso pueden llegar a decir frases cortas.
LOS CUIDADOS DE TU MASCOTA PLUMÍFERA
No obstante, si estás dispuesto a tener un ave como mascota, también debes estar decidido a cuidarla y atender apropiadamente sus necesidades, dice Lennox.
“Todas las aves requieren de sus dueños cuidados similares en lo referente a limpieza, preparación de la comida, socialización y entrenamiento”, explica. “Las aves pequeñas normalmente ensucian menos, y es posible adiestrarlas y socializar con ellas en menos tiempo que en el caso de las especies grandes”. Bankstahl dice que hay varias tareas de las que no podrás librarte si adoptas un ave:
- Dedicar al menos 15 minutos al día, en la mañana y la tarde, a interactuar con tu amigo emplumado.
- Cambiar el forro de la base de la jaula con regularidad.
- Limpiar perfectamente y rellenar los recipientes de comida y agua todos los días.
- Lavar la jaula con agua, jabón y escobetilla una vez a la semana.
- Hacer gastos regulares, entre ellos, en un alimento especialmente formulado para la especie de tu mascota, juguetes adecuados para enriquecer su comportamiento, un acicalamiento periódico realizado por un profesional (por ejemplo, recorte de uñas, y de pico si hace falta) y una consulta anual al veterinario.
“Considera también que todas las aves pueden ser portadoras de la bacteria Chlamydophila psittaci, causante de la psitacosis, una enfermedad que se transmite a los humanos por contacto con las plumas y las heces, y que provoca síntomas parecidos a los de la gripe. El veterinario puede hacerle pruebas a tu mascota para saber si es portadora o no de la bacteria”, advierte Bankstahl. “Además, algunas personas son muy sensibles al polvo o caspa de las plumas de las cocotillas”.
EN BUSCA DE ASESORÍA
Lennox dice que si bien la parte física de tener un ave —como la alimentación y la limpieza— parece relativamente sencilla, “no es fácil conseguir buena información sobre el entrenamiento, la socialización y el enriquecimiento conductual de las aves”. Un veterinario especializado en estos animales es la mejor fuente, así como las organizaciones serias dedicadas al rescate de animales y las asociaciones de veterinarios. Finalmente, dice el doctor Bankstahl, “es muy importante que el cuidado de un ave pequeña sea una responsabilidad de toda la familia. En mi consultorio veo personas que les compran estas aves a niños pequeños y esperan que ellos las cuiden solos. Normalmente, el resultado es el descuido de las mascotas. Yo exhorto a la gente a convertir el cuidado de sus aves en una manera divertida de inculcarles a sus hijos responsabilidad, respeto y consideración hacia los animales”.