Además de ser divertido, bailar es una potente herramienta para mantenerse en forma, ayuda a mitigar el estrés, quema el exceso de grasa corporal, mejora la circulación sanguínea, tonifica los músculos y aumenta la elasticidad de las articulaciones.
Amor, pasión, dolor… pocos bailes expresan tantas emociones como el tango. Éste se volvió una forma de arte respetable por primera vez en París a principios del siglo XX, y pronto se apoderó del resto del mundo.
En Argentina, el país donde se originó, se bailaba desde hacía mucho tiempo en los arrabales de Buenos Aires.
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¿Te imaginas El Carnaval de Río de Janeiro sin bailarines de samba? ¡Imposible! Sin embargo, este baile tan típicamente brasileño no es originario de Brasil.
Se cree que la rítmica samba tiene sus raíces en la semba, una danza que esclavos africanos bantúes llevaron a Brasil desde su tierra natal.
Es probable que oigas a estos bailarines ingleses antes de verlos. Las grandes bandas con cascabeles coloridos que llevan atadas a las pantorrillas anuncian con estrépito su llegada.
Los orígenes de la danza Morris son inciertos, pero algunas personas afirman que los
sacerdotes druidas ejecutaban esta danza en el interior de sus crómlech (monumentos de piedra).
Kung fu, ejercicios gimnásticos de piso y elementos del arte marcial brasileño capoeira: el breakdance tiene un poco de todo eso.
Surgido en las calles de la Ciudad de Nueva York a principios de los años 70, este famoso baile callejero se ejecuta desde hace mucho en grandes escenarios.
Bailarines de todo el orbe compiten al ritmo del hip-hop en los campeonatos mundiales que se celebran cada año.
La danza de oriente (raks sharki en árabe), más conocida como danza del vientre, es uno de los bailes más antiguos del mundo. Sin embargo, la expansión del cristianismo y del islam hizo que esta sensual danza prácticamente dejara de ejecutarse en público.
No fue hasta la Exposición Mundial de 1893 cuando la danza del vientre causó furor internacional gracias a la actuación de una bailarina siria.
El Rey Luis XIV de Francia fue un apasionado bailarín que en 1661 fundó la primera escuela de ballet del mundo, la Académie Royale de Danse, considerada la cuna del ballet clásico.
El Rey Sol nombró director al célebre bailarín Pierre Beauchamps, quien inventó las cinco posiciones clásicas de ballet que aún se enseñan hoy día.
Vestido blanco de noche las mujeres y frac negro los varones: quien desee hacer su debut en el Baile de la Ópera de Viena tendrá que cumplir un riguroso código de vestimenta.
Los afortunados elegidos para integrar el “comité de jóvenes damas y caballeros” tienen como recompensa la oportunidad de ejecutar el baile inaugural en la capital austriaca bailando, por supuesto, un vals vienés.
los bailarines se golpean los muslos, las pantorrillas y las suelas de los zapatos al son de la música: el Schuhplattler parece un baile de movimientos al azar, pero hay que seguir una compleja secuencia de pasos que exigen un excelente equilibrio y plena concentración.
Esta danza folclórica es especialmente popular en Baviera, en el Tirol del Sur y en Austria. Cuenta la leyenda que este baile representa el rito de cortejo del urogallo, un ave de la familia de los faisánidos.
Es una mezcla de cante, danza y guitarra. Durante décadas este típico baile andaluz era solamente para las mujeres.
La bailaora lo ejecuta como acompañamiento de la música. Muy influenciado por el pueblo gitano, el flamenco puede describirse como el arte de los oprimidos.
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