¿Alguna vez has sentido esa sensación de mariposas en el estómago antes de una entrevista de trabajo, una multa de tránsito o una presentación en público? Esas molestias incómodas son causadas por nuestro sistema digestivo, que se ve afectado por las emociones, especialmente el estrés.
El Dr. Muhammad Talha Farooqui, gastroenterólogo del Hospital Houston Methodist, explica que “el sistema nervioso entérico, una red de neuronas en el tracto gastrointestinal, funciona como el ‘cerebro’ de nuestro intestino. Este sistema es muy sensible a los estados de ánimo, y el estrés es un importante factor que desencadena muchos problemas digestivos.”
¿Cómo afecta el estrés a nuestro estómago?
El estrés puede empeorar los síntomas de una afección digestiva preexistente. Veamos tres ejemplos:
1. Acidez estomacal:
Esa sensación de ardor detrás del esternón se produce cuando el ácido del estómago sube hacia el esófago. El estrés puede ralentizar la digestión, manteniendo los alimentos en el estómago por más tiempo, lo que aumenta la acidez estomacal, según el Dr. Farooqui.
2. Indigestión:
Hinchazón, náuseas, eructos, gases y diarrea después de comer pueden ser síntomas de indigestión, causada por:
- Comer en exceso o demasiado rápido
- Consumir alimentos ricos en grasa
- Comer en situaciones estresantes
“La indigestión puede aparecer y desaparecer dependiendo de tu nivel de estrés”, indica el Dr. Farooqui.
3. Síndrome del intestino irritable (SII):
Este trastorno intestinal se caracteriza por:
- Calambres
- Gases
- Hinchazón
- Diarrea o estreñimiento
El estrés puede desencadenar brotes de SII en algunas personas.
Cómo aliviar el dolor de estómago causado por estrés:
Si bien no siempre podemos evitar el estrés, sí podemos controlar y aliviar sus efectos en nuestro estómago. Algunas estrategias clave incluyen:
- Ejercicio: La actividad física regular ayuda a reducir el estrés, controlar el peso, regular la función intestinal y mejorar el bienestar general. Solo asegúrate de hacer ejercicio antes de comer o esperar al menos una hora después de una comida.
- Técnicas de relajación y respiración: El yoga, la meditación o incluso la práctica de respiraciones lentas y rítmicas pueden disminuir el estrés y, a su vez, los calambres y el dolor.
- Biofeedback: Esta técnica de “mente sobre materia” te ayuda a controlar ciertas funciones corporales, incluidas las gastrointestinales, para devolverlas a la normalidad. La biorretroalimentación también reduce la tensión muscular y la frecuencia cardíaca, promoviendo un estado de relajación.
¿Puede el estrés causar dolor de estómago persistente?
Si bien los malestares estomacales ocasionales son comunes, los expertos advierten que no se deben ignorar los problemas digestivos persistentes o recurrentes, incluso si crees que el estrés podría ser la causa.
Si has experimentado acidez estomacal, indigestión o síntomas de SII más de dos o tres veces por semana, es recomendable consultar a un gastroenterólogo. Los problemas digestivos prolongados pueden ser un signo de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), úlceras u otros trastornos digestivos.
Recuerda: Cuidar tu salud digestiva es fundamental para tu bienestar general. Al manejar el estrés y adoptar hábitos saludables, puedes prevenir y aliviar molestias estomacales y disfrutar de una mejor calidad de vida.
Con información de Houston Methodist
