La obesidad requiere acciones efectivas a la medida de cada paciente, pues detrás de cada persona hay infinidad de causas, así que es necesario identificarlas y crear una dieta o tratamiento a la medida.
Actualmente el sobrepeso y la obesidad son reconocidos como una enfermedad que deriva de múltiples factores y por ello requiere de un tratamiento a largo plazo en el que participen expertos de diversas áreas, el cual va más allá de dieta y ejercicio.
La Organización Mundial de la Salud define a la obesidad y el sobrepeso como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal, esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Una persona con un IMC igual o superior a 30 es obesa y con un IMC igual o superior a 25 tiene sobrepeso.
Las personas con kilos de más viven en un estado de inflamación que facilita la pérdida de la salud. No es casualidad que existe un incremento en la incidencia de cáncer. Además, el 80 por ciento de los casos de diabetes en México se asocia a la obesidad.
Fernando Pérez Galaz, miembro titular del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, explica que este problema tiene tres bases que afectan el peso de un paciente:
Dentro del ambiental se suscriben las políticas públicas, así como el hedonismo que existe alrededor de la comida.
Los especialistas afirman que detrás de cada paciente hay infinidad de causas relacionadas con la enfermedad, así que hay que identificarlas y brindar un tratamiento especializado.
“En algunos pacientes predominan los problemas metabólicos como la diabetes, en otros los problemas de movilidad, a algunos les afecta más la parte emocional, padecen depresión o tienen trastornos en la conducta alimentaria” puntualiza.
Si el profesional de la salud no identifica y no trata de manera personalizada el problema es más difícil alcanzar una dieta para lograr el éxito. Cuando los pacientes no están en una red de apoyo —como una clínica de obesidad— pueden tener recaídas.
En estos espacios físicos dentro de hospitales y clínicas, tanto en sector privado como público, distintos especialistas abordan a los pacientes de acuerdo con las prioridades del tratamiento: endocrinólogos, terapeutas, rehabilitadores físicos, psicólogos o nutriólogos.
Los tratamientos van desde cambios en la dieta y los hábitos alimenticios, ejercicio, tratamiento médico, farmacológico y terapia conductual hasta cirugía bariátrica, una opción que no solo ayuda en la pérdida de peso.
La cirugía bariátrica (o de la obesidad) —así como la metabólica— son terapias exitosas en pacientes con obesidad mórbida. Está confirmado que ambos procedimientos consiguen no solo una pérdida de peso mantenida, sino también una mejora sustancial de las enfermedades asociadas a la obesidad y, por ende, una reducción de la mortalidad.
Algunos de sus beneficios son:
El exceso de peso es factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares por asociación con dislipidemia, hipertensión, diabetes. La pérdida de peso puede evitar la progresión de todas ellas.
La obesidad se considera un factor de riesgo importante para el desarrollo y la progresión de la Apnea del Sueño (episodios repetidos de obstrucción parcial o total de la vía aérea a nivel faríngeo mientras la persona duerme). Esto por la acumulación de grasa en sitio específicos que rodean las vías respiratorias.
El exceso de peso aumenta el riesgo de hipertensión arterial, que en personas con obesidad es entre dos y tres veces más frecuente que en personas con peso normal.
La reducción del peso tras una cirugía bariátrica incide directamente en una mejora de la condición física del paciente y en la interacción social. Además, se reducen significativamente la depresión y ansiedad.
Necesitamos un paciente consciente de su condición, porque el grueso de la población está entre 33 y 40 de índice de masa corporal y aunque parecen sanos, infinidad de ellos presentan prediabetes, resistencia a la insulina, depresión, hipertensión. Hay casos de personas de 40 años que toman hasta 14 medicamentos.
El mejor momento para acudir con un especialista es cuando se han ganado dos o tres kilos; esperar más puede ser peor, pues esos poco kilos se vuelven cinco, 10 y 20 o más en menos de lo esperado.
“Es fundamental el automonitoreo del peso, y si ya existe un problema de sobrepeso u obesidad hay que acudir con un especialista que trate la obesidad, no que enflaque gordos, no que ofrezca pastillas para que en 25 días pierdas kilos, pues eso no existe, es un proceso y no hay recetas mágicas, pues la obesidad es un fenómeno que se construye a lo largo del tiempo” finalizó Fernando Pérez Galaz.
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