Buenas noticias para México en VIH/sida: Baja la mortalidad
Además, presenta una de las prevalencias de VIH/sida más bajas de Latinoamérica. Llaman a avanzar más en prevención y diagnóstico.
Además, presenta una de las prevalencias de VIH/sida más bajas de Latinoamérica. Llaman a avanzar más en prevención y diagnóstico.
Tanto la prevalencia como la mortalidad por VIH/sida han ido a la baja en México en los últimos años. A nivel nacional la prevalencia entre la población general es de 0.3 por ciento, una de las más bajas de América Latina, destacó Carlos Magis, ex director del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el Sida (Censida).
En el marco de Latina Forum en HIV, uno de los eventos independientes afiliados a la décima conferencia científica sobre Sida, IAS 2019, realizado en la Ciudad de México, el especialista informó que en el 2017 la prevalencia de esta enfermedad fue de 8.8 en los Centros Comunitarios de Detección, y en 2018 disminuyó a 5.9, mientras que la mortalidad se redujo 20 por ciento entre 2008 y 2017.
Aunque Brasil, México y Argentina concentran el 75 por ciento de los casos de VIH/sida en Latinoamérica, la región no está tan afectada, pues el VIH está localizado en grupos clave.
El ex responsable de Censida destacó la labor que se ha realizado en el país en el control y contención de esta enfermedad, pues México fue la primera nación a la que se extendió la epidemia proveniente de Norteamérica. “Recordemos que el primer caso apareció en la Costa Oeste de Estados Unidos en julio de 1981, cerca de Tijuana, y México tuvo el primer caso en 1983; se trataba de una persona que había vivido varios años en Los Ángeles.
“Estamos bien para ser una nación que ha estado muy expuesta a esta enfermedad; México es un país que funciona como vaso, recibimos casi un millón de norteamericanos, expulsamos migrantes y recibimos migrantes de paso. Esas poblaciones móviles inciden en las epidemias, así que hay cierto éxito en la intervención para que la prevalencia en México haya continuado siendo baja y, además, concentrada en ciertos grupos”.
El doctor en salud pública dijo que la mortalidad ha ido bajando porque desde 1996 existen medicamentos eficaces. “Todos los países han notado la disminución de la mortalidad gracias a los avances en la terapéutica, pues ya se tienen esquemas más seguros y eficaces”.
Destacó que la sobrevida de un paciente en 1996 era de un año, mientras que en 2019 es de 40 años. “Este cambio drástico es gracias a las terapias”.
Carlos Magis detalló que la epidemia mexicana está concentrada en poblaciones clave:
Se estima que en México hay unas 230, 000 personas con VIH, de las cuales 182,498 reciben tratamiento. “pero existe gente que no se ha realizado la prueba de detección” lamentó. Cada año se infectan unas 12,000 personas.
Porque lo mejor es tomar el medicamento de forma temprana, dijo categórico, pues no solo mejora la calidad de vida de quien vive con VIH, sino que ya no son transmisores de la enfermedad. “El tratamiento es prevención, pues además que mejora y extiende la vida de quienes padecen VIH, evita contagios”.
Gracias al tratamiento 126,000 personas tienen carga viral indetectable, lo que significa que la concentración de VIH en la sangre es tan baja que ya no se detecta con la prueba de craga viral y no hay posibilidad de contagio. “Esas personas tiene una vida prácticamente normal” precisó.
Indetectable/ Intransmisible
Recientemente se descubrió que si gracias al tratamiento una persona mantiene su carga de virus indetectable por más de seis meses, no transmite el virus por vía sexual. Si se suspende el tratamiento o no se toma de manera correcta esta condición se anula. La característica de indetectable/intransmisible no aplica a la transmisión por sangre o leche materna.
En México el tratamiento antirretroviral es de acceso universal y gratuito para las personas con VIH desde 2003.
A pesar de esos avances, aún hay retos como la adherencia al tratamiento pero, sobre todo, el acceso a las autopruebas, es decir, que cualquier persona pueda adquirir el test en una farmacia y pueda practicárselo en la comodidad y privacidad de su casa.
Las autopruebas —que ya existen en diversos países del mundo— reforzaría las estrategias tempranas de detección.