La caléndula (Calendula officinalis), también conocida como “botón de oro”, es una de esas plantas que han trascendido el tiempo, los continentes y las culturas. A simple vista, puede parecer solo una flor ornamental de vivos tonos anaranjados o dorados, pero en realidad es una aliada natural para la salud que ha sido valorada desde la antigüedad por civilizaciones como la griega, la romana, la árabe y la hindú.
Durante siglos, no solo se cultivó por su belleza, sino por sus múltiples usos prácticos: se utilizaba para teñir telas, dar color a los alimentos, elaborar cosméticos y hasta formar parte de rituales espirituales. En la India, por ejemplo, aún es común ver coronas de caléndula en las puertas de los hogares para atraer protección y buena energía, según explica la especialista en herbología María Jimena Lannutti.
Pero más allá de lo simbólico, esta flor guarda un potencial terapéutico sorprendente, que la ha posicionado como una de las favoritas en la medicina tradicional y herbolaria. Gracias a su composición rica en flavonoides, carotenoides, antioxidantes y aceites esenciales, la caléndula puede aportar beneficios concretos a nuestro organismo. Aquí te comparto los principales:
1. Cicatrizante natural y regeneradora de la piel
Una de las propiedades más reconocidas de la caléndula es su capacidad para ayudar a sanar la piel. Aplicada de forma tópica, puede aliviar irritaciones, infecciones menores, llagas o heridas superficiales. Por eso es común encontrarla como ingrediente en cremas, ungüentos y productos dermatológicos.
Esta cualidad no es nueva: ya en la Edad Media, la abadesa alemana Hildegarda de Bingen destacaba su uso para tratar afecciones cutáneas. Hoy, sus aplicaciones siguen vigentes y respaldadas por la experiencia clínica y el uso tradicional.
2. Alivio digestivo y acción antiinflamatoria
¿Te duele el estómago o sientes pesadez después de comer? La caléndula puede ayudarte. De forma similar a la manzanilla, esta planta actúa como un digestivo natural, ayudando a calmar malestares gastrointestinales leves gracias a su contenido en flavonoides, que reducen la inflamación y apoyan la función digestiva.
Además, estudios recientes sugieren que sus compuestos antioxidantes también podrían tener efectos positivos en la salud cardiovascular y muscular, al disminuir el daño celular provocado por el estrés oxidativo.
3. Potencial protectora contra el sol
Aunque todavía se están realizando investigaciones más profundas, algunos estudios han señalado que las cremas con extracto de caléndula podrían ofrecer un factor de protección solar (FPS) moderado. Una investigación publicada en BioMed Research International encontró que este tipo de preparaciones naturales pueden tener un FPS cercano a 18, lo que representa una barrera básica contra los rayos UV.
Eso sí, los expertos advierten que no reemplaza al protector solar convencional, especialmente si hay exposición prolongada al sol.
¿Cómo se puede consumir la caléndula?
Existen varias formas seguras y prácticas de incorporar la caléndula en la rutina diaria:
Infusión: Puedes preparar una tisana con una cucharadita de pétalos secos en una taza de agua caliente, dejándolos reposar entre 5 y 10 minutos. Esta bebida es ideal después de las comidas o en momentos de estrés.
En ensaladas: Sus pétalos frescos, además de aportar color, pueden ser un complemento nutritivo en platos fríos.
En aceite o cremas: Para uso tópico, existen productos naturales que aprovechan sus propiedades cicatrizantes y calmantes.
También puedes encontrarla en forma de saquitos de té o mezclada con otras hierbas digestivas como la menta, el hinojo o la manzanilla.
¿Existen contraindicaciones?
Como ocurre con muchas plantas medicinales, la caléndula no es para todos. Según MedlinePlus, su consumo no se recomienda durante el embarazo o la lactancia, y puede causar reacciones alérgicas en personas sensibles a otras plantas como la ambrosía o el crisantemo.
Por eso, antes de usarla de forma habitual o como parte de un tratamiento, es recomendable consultar a un profesional de la salud, especialmente si estás bajo medicación o tienes antecedentes alérgicos.
Conclusión
La caléndula es mucho más que una flor bonita. Con un respaldo milenario en distintas culturas y sistemas de salud tradicionales, esta planta ha demostrado tener propiedades valiosas para la piel, la digestión y el bienestar general. Ya sea como infusión, en cremas o como parte de tu alimentación, puede ser una gran aliada si se usa con conocimiento y precaución.
Si estás buscando opciones naturales para mejorar tu salud, la caléndula es, sin duda, una flor que merece un lugar en tu vida.