Durante años, el cáncer de pulmón se ha asociado principalmente con el tabaquismo. Sin embargo, cada vez más personas que nunca han fumado desarrollan esta enfermedad, y hasta ahora no se entendía por qué. Un reciente estudio publicado en Nature ofrece una respuesta alarmante: la contaminación del aire podría ser la culpable.
El hallazgo, basado en el análisis genómico de tumores en personas no fumadoras de todo el mundo, demuestra que la contaminación daña el ADN y deja huellas moleculares en los pulmones. Esto podría cambiar por completo nuestra forma de entender y prevenir el cáncer de pulmón.
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Una tendencia preocupante: más cáncer de pulmón en no fumadores
Uno de cada cuatro casos de cáncer de pulmón ocurre en personas que jamás han fumado. Esta tendencia es especialmente visible en mujeres asiáticas y en países del este de Asia. Según los investigadores, este tipo de cáncer se está volviendo más común y aún no se comprendían bien sus causas.
“Es un problema mundial urgente”, advierte Maria Teresa Landi, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos.
¿Cómo se hizo el estudio?
El equipo analizó los tumores de 871 personas no fumadoras que vivían en 28 regiones con distintos niveles de contaminación (Asia, Europa, África y América del Norte). Al secuenciar el genoma completo de los tumores, identificaron:
- Firmas mutacionales (patrones de daño genético causados por el entorno)
- Número de mutaciones según la exposición a contaminantes
- La longitud de los telómeros, indicadores de envejecimiento celular
El resultado fue claro: más contaminación, más mutaciones y telómeros más cortos.
Claves del hallazgo: ¿qué mutaciones provoca la contaminación?
El estudio detectó que las personas expuestas a altos niveles de contaminación presentaban:
- 3.9 veces más mutaciones relacionadas con el tabaquismo
- 76% más mutaciones asociadas al envejecimiento
- Telómeros más cortos (envejecimiento celular prematuro)
Esto no significa que todas las mutaciones causen cáncer, pero sí aumenta el riesgo de que una de ellas sí lo haga.
“Cuantas más mutaciones acumula una célula, más probabilidades hay de que una sea cancerígena”, explica Marcos Díaz-Gay, del CNIO y coautor del estudio.
Otros factores de riesgo descubiertos
El estudio también identificó riesgos inesperados:
- Ácido aristolóquico: presente en hierbas medicinales tradicionales, especialmente en Taiwán. Ya se había relacionado con cáncer renal y hepático, pero esta es la primera vez que se vincula con cáncer de pulmón.
- Nueva firma mutacional desconocida: apareció en el 75% de los casos de no fumadores, pero solo en el 27% de fumadores. Aún no se sabe qué la causa, lo que abre nuevas líneas de investigación.
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¿Qué sigue? Nuevas líneas de investigación
Los científicos planean incluir más casos de regiones poco estudiadas, como América Latina, Oriente Medio y África. Además, quieren investigar:
- El impacto del uso de vapeadores
- El consumo de marihuana
- La exposición al gas radón, un factor de riesgo poco conocido
Todo esto con el objetivo de entender mejor los factores ambientales que provocan cáncer en personas que nunca han fumado.
El aire que respiramos también puede enfermarnos
El estudio marca un hito en la comprensión del cáncer de pulmón en no fumadores, demostrando que la contaminación atmosférica no solo ensucia nuestras ciudades, sino que altera nuestro ADN y puede causar mutaciones cancerígenas.
Estos hallazgos subrayan la urgencia de tomar medidas ambientales y de salud pública que protejan la calidad del aire y prevengan enfermedades graves como el cáncer.