Hace más de 60 años Readers Digest alertó sobre el cáncer de pulmón
Hoy día podemos afirmar que esos escritos contribuyeron sustancialmente a crear conciencia en el mundo sobre este delicado tema.
Hoy día podemos afirmar que esos escritos contribuyeron sustancialmente a crear conciencia en el mundo sobre este delicado tema.
Durante unas tres décadas, los médicos que han estudiado la influencia del hábito de fumar en el aumento del carcinoma broncogénico, más comúnmente llamado cáncer de pulmón, han sostenido una controversia de la que poco se ha enterado el público.
Hace más de 26 años, el doctor James Ewing, distinguido patólogo ya fallecido que contribuyó; decisivamente a la fundación de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, abogó; por una campaña instructiva para el público.
“Sería inútil pensar en acabar con el hábito de fumar, observó en un famoso ensayo sobre la prevención del cáncer, pero hay que dar publicidad al evidente peligro que tal hábito encierra”.
Nadie pone en duda que el humo del tabaco irrita las membranas mucosas de la boca, la nariz y la garganta, ni que agrava la ronquera, la tos, la bronquitis crónica y la amigdalitis.
Se acepta sin discusión que fumar está vedado en casos de úlceras gástricas y duodenales; que perturba la digestión normal, produce contracción de los vasos sanguíneos, aumenta las palpitaciones del corazón y hace subir la presión de la sangre.
En muchos casos de afección cardiaca, lo primero que manda el médico es dejar de fumar inmediatamente.
Sin embargo, lo que causa grave alarma entre las autoridades sanitarias es el sospechoso paralelismo que se advierte entre el aumento de la mortalidad por cáncer de pulmón y el enorme aumento en el consumo de cigarrillos durante los últimos años.
Un estudio realizado por un grupo de destacados expertos en cáncer, dirigido por el doctor Alton Ochsner, director de la famosa Clínica Ochsner de Nueva Orleans, revela que durante el periodo de 1920 a 1948 el número de muertes causadas por carcinoma broncogénico en Estados Unidos aumentó; en más de 10 veces, de 1.1 a 11.3 por cada 100,000 habitantes. De 1938 a 1948, las muertes causadas por cáncer de pulmón aumentaron en 144 por ciento.
“El uso excesivo y prolongado del tabaco, en particular de cigarrillos, parece ser factor importante en la aparición del carcinoma
“Es probable que el carcinoma broncogénico pronto sea más común que cualquier otra forma de cáncer, a menos que se tomen medidas para evitar su aumento, es la conclusión a la que llega el doctor Ochsner.
“Asusta pensar en el número de casos de cáncer broncogénico que podrían presentarse como consecuencia del enorme consumo de cigarrillos entre los años 1930 y 1950.
Un análisis estadístico publicado en fecha reciente por la Organización Mundial de la Salud cita esta conclusión de un estudio hecho por el Consejo de Investigaciones Médicas de Inglaterra y Gales:
“De la edad de 45 años en adelante, el peligro de adquirir la enfermedad aumenta en proporción directa a la cantidad de tabaco que se fuma, y puede ser 50 veces mayor entre las personas que fuman 25 cigarrillos diarios o más que entre las que no fuman.
Un estudio de 684 casos llevado a cabo por Ernest L. Wynder y Evarts A. Graham para la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer concluye esto: “El uso excesivo y prolongado del tabaco, en particular de cigarrillos, parece ser factor importante en la aparición del carcinoma broncogénico”.
Más recientemente Wynder, que ahora trabaja en el Memorial Cancer Center de Nueva York, amplió esa afirmación: “Cuanto más fuma una persona, mayor riesgo corre de contraer cáncer de pulmón, mientras que el riesgo es pequeño en una persona que no fuma o que fuma poco.
En su resumen “Algunos aspectos prácticos de la prevención del cáncer, Wynder menciona el tabaco como el factor más importante en los casos de cáncer de laringe, faringe, esófago y boca. Recuerda que en 1926 el doctor Ewing escribió:
“A pesar de que un gran volumen de información clínica demuestra que muchas formas de cáncer provienen de causas que pueden evitarse, poco se ha hecho por estudiar la cuestión sistemáticamente y hacer comprender esto a los médicos en general o transmitir la información al público. Y agrega: “Esto era verdad entonces y lo es ahora también.
Después de estudiar la opinión de muchos médicos en todo el mundo, Wynder llega a la misma conclusión a la que llegó el doctor Ewing hace 26 años: “El cáncer de pulmón brinda una de las oportunidades más favorables para combatir el cáncer con medidas preventivas.
Los grupos que se dedican a combatir el cáncer desean que, sin más tardanza y a base de la información clínica disponible actualmente, se alerte a los fumadores.
La preocupación por los efectos del tabaco en la salud se remontan a muchas décadas. En noviembre de 1924, dos años después del lanzamiento de la revista, Readers Digest publicó un aleccionador artículo escrito por el economista Irving Fisher. Presentamos aquí un extracto editado.
Para hacer una apreciación de valores, un economista debe indagar no sólo sobre lo que las personas compran, sino también sobre lo que deberían comprar por bienestar propio; en otras palabras, lo que adquirirían si estuvieran mejor informadas.
Existe una enorme diferencia entre el valor que para la sociedad tiene el dinero invertido en edificios de apartamentos con cuartos oscuros, alimentos adulterados, productos lácteos no pasteurizados, bares suntuosos, casas de corretaje fraudulentas y literatura obscena, y el capital que se invierte en la purificación del agua potable, la desinfección de la leche de vaca, la limpieza de las calles, y la construcción de alcantarillas, escuelas y hospitales… Afortunadamente, ahora contamos con suficiente información para determinar los efectos del tabaco en el organismo humano.
Lo cierto es que el tabaco reduce el tono general del cuerpo y merma su energía vital y su resistencia; daña el corazón, altera la presión arterial, envenena los nervios, perjudica la visión y disminuye la resistencia a la tuberculosis y otras enfermedades; su uso a menudo ocasiona cáncer, menoscaba la fuerza y la precisión muscular, afecta el rendimiento en el trabajo, el poder adquisitivo y la capacidad atlética, entorpece el crecimiento de los jóvenes, probablemente acorta la vida y posiblemente reduce la fertilidad.
En resumidas cuentas, el tabaco actúa como un veneno narcótico, como el opio y el alcohol, aunque generalmente en un grado menor.
No parece haber duda alguna sobre los efectos dañinos del uso excesivo del tabaco. Los fumadores habituales comúnmente admitirán este hecho. Debido a las variaciones individuales, la línea que separa lo excesivo de lo moderado es un límite impreciso, y siempre existe una tendencia hacia el aumento: el uso moderado rara vez se mantiene moderado. Todo indica que las personas que deseen estar en buena forma física deben eliminar el tabaco de su agenda diaria.
“De la edad de 45 años en adelante, el peligro de adquirir la enfermedad aumenta en proporción directa a la cantidad de tabaco que se fuma”
Epílogo: Cáncer en cajetillas hizo que los temores sobre los riesgos para la salud de fumar pasaran de las publicaciones médicas a la conciencia pública.
Mad Men, la multipremiada serie de televisión, capta los cambios anímicos de los años 60 desde el primer episodio, “Humo en tus ojos”. En él aparece Don Draper, el genio de la publicidad de la Avenida Madison, trabajando en una campaña para uno de sus clientes, los cigarrillos Lucky Strike.
Cuando hace una descripción del hombre común a un mesero de un bar neoyorquino, éste le responde: “Readers Digest dice que [fumar] te mata”.
Doce meses después de la publicación del artículo “Cáncer en cajetillas”, las ventas de cigarrillos en Estados Unidos disminuyeron por primera vez en más de 20 años. En 1954, el periodista británico Alistair Cooke escribió:
“En la historia social de nuestra época, es muy probable que a Readers Digest se le llegue a reconocer un papel determinante en volver obsoleta la moda de fumar cigarrillos”.
Readers Digest se negó a publicar anuncios de cigarrillos varias décadas antes de que los gobiernos de muchos países prohibieran la publicidad del tabaco.
Este artículo se publicó por primera vez en Selecciones en febrero de 1953.