El diagnóstico de cáncer es un momento que puede transformar la vida de cualquier persona. Sin embargo, no todo está perdido. La combinación de ejercicio y apoyo psicooncológico emerge como una solución integral que no solo mejora la calidad de vida, sino que también brinda herramientas esenciales para enfrentar los desafíos emocionales que conlleva esta enfermedad. Según estudios recientes, hasta el 40% de la población oncológica desarrolla ansiedad o depresión clínica, lo que resalta la importancia de un enfoque holístico en el tratamiento.
[Te puede interesar leer: OMS clasifica al talco como “probablemente cancerígeno”]
Un desafío global
El cáncer, una de las enfermedades más prevalentes en el mundo, afecta no solo al individuo diagnosticado, sino también a su entorno familiar y social. Factores como el consumo de tabaco, alcohol y la obesidad han contribuido al aumento de nuevos casos. Ante esta realidad, la detección temprana y el tratamiento integral se vuelven cruciales.
El poder del ejercicio
La actividad física se ha demostrado como un aliado formidable en la lucha contra el cáncer. No solo mejora la salud cardiovascular y fortalece los músculos, sino que también reduce la fatiga, uno de los síntomas más comunes entre los pacientes. Investigaciones han revelado que en sobrevivientes de cáncer de colon, la actividad física disminuye el riesgo de recaída y mortalidad. Es esencial que cualquier programa de ejercicio sea supervisado por un oncólogo, quien adaptará las actividades a las capacidades individuales.
La importancia del apoyo emocional
El impacto emocional del cáncer puede ser devastador. La psicooncología se presenta como una disciplina vital, ofreciendo herramientas para gestionar la ansiedad y el estrés. Con un 40% de la población oncológica enfrentando trastornos depresivos, el apoyo emocional se vuelve tan crucial como el tratamiento médico. La creación de redes de apoyo puede ayudar a resignificar la experiencia del cáncer y a desarrollar estrategias para enfrentar los momentos difíciles.
[Quizás te interese: Así es como me enteré de que tenía cáncer de colon: la historia de una superviviente]
Un enfoque integral: Ejercicio y apoyo psicooncológico
La combinación de ejercicio y apoyo psicooncológico resulta en un enfoque que mejora significativamente la calidad de vida de quienes enfrentan el cáncer. Hacer ejercicio antes, durante y después del diagnóstico no solo aumenta la energía, sino que también mejora el sueño y reduce la angustia. Este modelo multidisciplinario promueve una mentalidad positiva y una mejor adaptación al proceso oncológico.
En México, iniciativas como la Segunda Carrera Cáncer Warriors, apoyada por Merck, ejemplifican cómo integrar estos dos pilares. Este evento busca fomentar la actividad física y recaudar fondos para apoyar a quienes viven con cáncer y sus familias.
Conclusión
El ejercicio y el apoyo psicooncológico son fundamentales en la lucha contra el cáncer. No solo ayudan a mitigar los efectos secundarios físicos y emocionales, sino que también aumentan la esperanza de vida.