¡El Desierto de los Leones cumple 100 años!
Ubicado al sur-poniente de la Ciudad de México, el Desierto de los Leones es una belleza natural que atrae a cientos de visitantes cada año.
Nada más pones un pie en este bosque de casi dos mil hectáreas y descubres porqué los monjes de la Orden de Carmelitas Descalzos lo escogieron para erigir su convento en el siglo XVII y disfrutar de un ambiente propio para el retiro y la meditación.
Además ofrece una amplia variedad de actividades artísticas y culturales así como exquisita gastronomía mexicana.
El honor de ser la primera Área Natural Protegida en México le corresponde a este lugar gracias a un decreto emitido el 27 de noviembre de 1917 por el entonces presidente de México, Venustiano Carranza, quien comprendió el valor intangible de esas tierras así como el interés histórico de las ruinas coloniales allí existentes.
Pero Carranza no fue el primero en interesarse por ese sitio que conserva ecosistemas naturales y recintos históricos, pues desde 1876 el presidente de la República, Sebastián Lerdo de Tejeda, decretó resguardo para este lugar, hogar de 30 especies de mamíferos como coyotes, venado cola blanca y tlacuaches y de más de 30 tipos de hongos.
Entre oyameles, fresnos y pinos que llenan el ambiente de un aroma delicioso, —ideal para un día de campo o ejercitarse—, se erige un increíble convento que data del siglo XVII en donde se realizan bodas y eventos artísticos y culturales.
El Desierto de los Leones, —por ser uno de los puntos más altos de la Ciudad de México pues se ubica a 3 mil 500 metros sobre el nivel del mar — tiene un clima semifrío y semihúmedo con lluvias en el verano.
El parque nacional Desierto de los Leones es ideal para las actividades deportivas. Las brechas entre el bosque son estupendas para bicicleta de montaña, caminata y carrera pues tiene diferentes pendientes y distancias.
La altura del bosque ofrece a deportistas de todas las disciplinas las condiciones idóneas para el mejoramiento de su rendimiento físico, razón por la que cada año atletas profesionales de todos los niveles acuden a este lugar.
Y no te preocupes por la seguridad, pues los recorridos son vigilados por guardabosques.
Los aficionados a la fotografía apreciarán los paisajes naturales y los vestigios arquitectónicos diseminados entre los árboles, y los túneles subterráneos, —que transportan a un escenario fantástico y misterioso en el que dicen se viven fenómenos paranormales— harán las delicias de chicos y grandes.
Además de esos atractivos, el bosque cuenta con jardines, reserva de venados, restaurante y espacios para eventos y exposiciones así como podrás caminar tranquilamente entre puestos en donde podrás adquirir desde antojitos mexicanos hasta dulces típicos y juguetes de antaño.
Datos:
Dirección:
Carretera México-Toluca s/n
Col. La Venta, Cuajimalpa de Morelos, Distrito Federal.
Contaco