La risa, remedio infalible: Juego a las escondidas con mis hijas

—Si pudieras elegir un superpoder, ¿cuál sería?

—El de Rusia en tiempos de la Guerra Fría —respondí.

Chris Turner, comediante

A mis pequeñas hijas les encanta jugar a las escondidas conmigo. El problema es que son muy malas para el juego. ¡Un día me buscaron en el congelador! Lo cierto es que no cabe nada en él —mucho menos yo—, ya que mi esposa tiene guardados allí como 45 racimos de plátanos para preparar un panqué del que habla todo el tiempo. Y si intento sacarlos y tirarlos a la basura, ella me detiene.

“¡No los tires!”, dice. “Voy a hacer un delicioso panqué con ellos”. “¿Para mil personas?”, replico. El hecho es que no puedo esconderme en el congelador, pero, por lo visto, mis hijas creen que ése es mi sitio favorito.

Gerry Dee, comediante

Mis amigos tienen cuentas en Twitter, pero como yo no sé usarlo, llevo conmigo un megáfono y a veces lo uso para anunciar lo que estoy haciendo. De pronto, grito:

—¡Vine a la biblioteca a pedir prestado un libro!

Hasta el momento tengo tres seguidores: dos policías y el vigilante de la biblioteca.

Enviado por Byron Calloway, Australia

Una mujer arrolla accidentalmente al gato de su vecino mientras se echa en reversa en su auto para salir del garaje. Se detiene y, muy consternada, se dirige a la casa de al lado a ofrecer disculpas.

—Me gustaría reemplazar a su gato —le dice al vecino.

—¿En serio? —replica éste—. ¿Sabe usted atrapar ratones?

Enviado por Jan Rey, Estados Unidos

A un hombre se le agotan las ideas de regalos para su suegra, de manera que decide comprarle un lote en un cementerio de lujo. En el siguiente cumpleaños de la suegra, sin embargo, no le regala nada, y ella se lo echa en cara, enfurecida.

—¿De qué se queja? —replica él—. ¡Ni siquiera ha usado el regalo que le di el año pasado!

Enviado por L. B. Weinstein, Reino Unido

Mi esposa puede sufrir en silencio… haciendo el ruido más estrepitoso.

@qwertying

Lo más extraño de pertenecer a un grupo de apoyo para hipocondriacos es que todos los miembros llaman por teléfono para avisar que están enfermos, pero acaban presentándose a la reunión.

Enviado por Wendy Davis, Canadá