Cinco recomendaciones antes de mudarse a su primer hogar
Dar el primer paso para independizarse de los padres y formar un hogar propio es una decisión que se debe estudiar con detenimiento.
Dar el primer paso para independizarse de los padres y formar un hogar propio es una decisión que se debe estudiar con detenimiento, pues existen muchos elementos a considerar antes de hacer dicho cambio. No es nada más un tema de encontrar un lugar y mudarse, antes hay que mirar las finanzas personales para saber con qué se cuenta y entonces buscar una propiedad.
Al ahondar en la Encuesta Nacional de los Hogares (ENH) 2016, “el 26.3% de los hogares corresponde a hogares familiares sin la presencia de hijos y a hogares no familiares”, siendo Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Colima y Quintana Roo las que encabezan la tendencia, indicativo de varias entidades con un comportamiento significativo hacia este esquema.
En Lamudi México, confiamos que las siguientes recomendaciones pueden ser de utilidad para facilitar el proceso y ayudar a una mejor toma de decisiones para aquel que está en busca de su primer hogar:
Sea de manera independiente o compartiendo gastos con una pareja, hay que echar un vistazo a las arcas y preguntarse inicialmente ¿cuánto gano? Expertos dicen que, lo ideal es apartar 30% del total del sueldo para rentar o pagar el crédito hipotecario de una vivienda; seguidamente, hay que contemplar los servicios (agua, luz, gas, internet, entre otros), algunos desarrollos ya los incluyen en el pago del mantenimiento, pero la mayoría los manejan aparte.
En caso de rentar, muchas veces el arrendador podrá indicar si el inmueble cuenta con seguros para el hogar (incendios, sismos y/o robo), si este no hace mención de ellos, es deber del interesado cuestionarlo; de no contar con la protección, es recomendable sumarla al presupuesto. Aunado a esto, el arrendador, que puede ser un particular o una figura moral, solicitará realizar un depósito inicial como garantía.
La ubicación es un factor destacable en la toma de decisiones para hacerse de una casa o departamento. Al acudir a la cita para conocer el espacio, es sugerible caminar por los alrededores para ver si gusta o no la zona y es de ayuda para conocer las vialidades, las vías de acceso que se encuentran próximas, el transporte público y los servicios con los que se dispone el perímetro, como casetas de policía, estaciones de bomberos, instituciones de salud, escuelas, bancos, mercados, etc.
Pero lo más importante, es analizar la distancia para ir y venir al trabajo, de eso dependerá el tiempo que transcurra de un punto a otro.
Se pretenda comprar una casa o rentar un departamento, es puntual verificar el tamaño de la propiedad, cuántos metros cuadrados tiene, el número de habitaciones y baños, los lugares de estacionamiento, y cotejar que tenga las instalaciones que dice el anuncio e incluso, corroborar que funcionen. Si es una vivienda usada, hay que mirar el desgaste de la fachada y los acabados, comprobar que todo lo que dice el agente inmobiliario esté en su lugar.
Es de vitalidad hacer una lista de prioridades para cuando toque dejar el hogar nuclear. Aunque no todo se tiene que adquirir de inmediato, son cosas en las que hay que invertir, como el refrigerador, la lavadora y secadora, la plancha y el burro, toallas, sábanas, edredones, mesa del comedor y más; en algunas ocasiones, algunos inmuebles cuentan ya con algunos, pero es bueno tenerlos presentes, además del costo por transportar nuestras pertenencias.
La primera noche
Llenar la alacena no tiene que ser de golpe, pero si es digno hacerlo con lo básico: leche, huevos, frijoles, arroz, queso y jamón, para preparar algo durante los primeros días. Agregar una maleta con cambios de ropa y un neceser para asearse la primera noche, es muy práctico y necesario.