Reconocer que las relaciones pueden ser complicadas, pero también hay formas prácticas para superar los desafíos y construir relaciones sanas y duraderas.
Dicen que el amor es la fuerza que mueve al mundo y que todo lo puede; sin embargo, infinidad de veces la relación en pareja puede tornarse tan complicada que nos lleva a poner en tela de juicio la veracidad de estas afirmaciones.
Los problemas suelen comenzar cuando no entendemos cómo funciona un noviazgo o matrimonio, desconocemos los acuerdos y ponemos en manos del otro nuestra propia felicidad.
“La relación es el camino del amor que recorremos individualmente, acompañados en pareja” explican Ana Paola Ramos y Jaime Guzmán, fundadores del Instituto Artesánate.
Los psicoterapeutas con más de 20 años de experiencia aseguran que todos buscamos vínculos sencillos, claros, flexibles, comprensibles y agradables. Es decir, descomplicados, para lo cual existen diversos procesos que pueden ayudarnos a conseguirlo, pero antes de ello es necesario saber cuáles son las situaciones que “ensombrecen el paraíso”.
Lo primero es poder darnos cuenta de que algo no marcha como quisiéramos. (Te puede interesar leer: 13 peleas normales que incluso las parejas felices tienen)
Para ello podemos tomar en cuenta algunas red flags o banderas rojas como el uso de etiquetas que evaden el compromiso. La presencia constante de conflictos que no se resuelven, actitudes de celos y desconfianza, así como la falta de interés por la relación misma que lleva a una desconexión emocional.
No obstante, cada pareja tiene obstáculos diferentes que pueden partir de uno o más de los siete ejes clave, los cuales al complicarse pueden verse así:
Sexualidad
Para las parejas disfuncionales los encuentros sexuales pueden ser nulos, escasos o en su defecto carecer de una conexión con lo que se vuelven mecánicos. En ocasiones llegan a utilizarse como moneda de cambio para conseguir algo o llevarse a cabo por “trámite” para tener en paz al compañero.
Finanzas
El tema económico impacta más a los matrimonios o parejas que viven juntas. Sin embargo, los noviazgos no quedan exentos de caer en el caos por falta de acuerdos o de claridad sobre ellos, especialmente cuando el dinero se emplea como medio de control o cuando los gastos recaen en una sola persona.
Límites sanos
En ocasiones las personas suelen pensar que, por tratarse de una pareja, tienen absoluta libertad sobre su persona, no obstante, cuando no existen límites, se desconocen o caen en los extremos de la permisión o la rigidez, el vínculo puede tornarse dañino.
Intimidad
Aquí el principal problema está en reducir la intimidad a los encuentros sexuales, cuando en realidad comprende aspectos como confianza, respeto, interés, seguridad, colaboración y sintonía. Cuando este eje se complica, las palabras se encuentran por encima de las acciones.
Comunicación
Entre las principales causas de separación entre las parejas se encuentra la falta de comunicación, la cual pasa de una falta de comprensión a la división total del vínculo.
Plan de vida
Uno de los problemas más frecuentes del amor romántico es cuando no existen planes conjuntos, ya que cada uno tiene los propios y no son compatibles entre sí, o si los hay, se encuentran estancados.
Detonadores/despertadores
Por último, se encuentran esas situaciones que dañan más al otro, desde el rechazo, la indiferencia y el abandono, hasta la traición, el abuso y la desvalorización.
El primer paso para “descomplicar” una relación es percatarnos de lo que está mal. Ya que como lo explica Jaime “solo puedes transformar aquello que eres capaz de ver”.
El siguiente paso es reconocer cuáles han sido nuestros errores, dejar de lado el ego para hacernos cargo de nuestras culpas. Ya que estamos acostumbrados a señalar a los demás en lugar de aceptar lo que hemos hecho mal.
Es necesario confrontar nuestros actos y estar dispuestos a cambiar las cosas. Ya que es normal recurrir al autoengaño para no tener que lidiar con los conflicto. Sin embargo, “dónde está tu mayor desafío, está tu mayor potencial”, asegura Ana Paola, y el primer escalón hacia el cambio es el amor propio.
Ante este panorama se recomienda llevar procesos individuales en los que podamos apoyarnos como pareja sin depender del otro y sanar nuestras heridas pasadas. Solo así conseguiremos tener relaciones excepcionales.
