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Cómo actuar ante un peligro natural

Existen medidas que todos podemos tomar para sobrevivir en caso de afrontar estas graves amenazas.

 

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, cada año más de 200 millones de personas resultan afectadas por desastres naturales, y factores como la pobreza, el aumento de la población, la degradación del ambiente y el calentamiento global hacen que empeore el impacto de estas catástrofes.

Muchas ciudades están construidas a lo largo de las costas, sobre fallas sísmicas, en llanuras que se inundan fácilmente
o en zonas desprotegidas por la deforestación. Por eso, saber cómo actuar ante la furia de la naturaleza es una necesidad y un deber. A continuación te ofrecemos más de 60 consejos que te ayudarán a salvar la vida en caso de emergencia.

Cuando la tierra tiembla…

Cerca de la mitad de las ciudades más grandes del mundo están situadas en zonas donde existe el riesgo de que ocurra un terremoto intenso.

En tu casa, lugar de trabajo o escuela, identifica los sitios más seguros y fija bien a la pared repisas, cuadros, espejos, armarios y libreros. Si vives en una zona sísmica, ten a la mano números telefónicos de emergencia, un botiquín, un radio portátil y una linterna con pilas nuevas, así como un sobre con tus documentos personales más importantes.

Si durante un temblor o terremoto te encuentras en un inmueble:

• Aunque sea un sismo leve, deja lo que estás haciendo hasta que se anuncie que ya pasó el peligro. Podría ser un temblor previo a uno mayor.

• Si la sacudida es fuerte, tírate al piso para bajar tu centro de gravedad; así reducirás la probabilidad de resultar herido por los escombros.

• Ponte a resguardo bajo un mueble muy sólido, o en un rincón donde se junten dos paredes interiores, lejos de vidrios y ventanas; cubre tu cabeza con ambas manos y colócala entre las rodillas. No uses ascensores ni te refugies en alguna entrada, ya que podría venirse abajo si no tiene una buena estructura de apoyo.

• Espera a que las sacudidas cesen por completo. La mayoría de las personas que resultan lesionadas son aquellas que se movieron durante un temblor o terremoto.

• No enciendas fósforos ni fumes. Podría haber fugas de gas.

• Toma las mismas precauciones con las réplicas. Algunas de ellas podrían echar abajo inmuebles previamente dañados.

• Si quedas atrapado bajo los escombros, cubre tu boca y nariz, intenta orientarte y ve si estás herido. En caso de que oigas ruidos de tareas de rescate, da golpes contra algo o, si conservas tu celular, llama a alguien o haz que suene. Grita sólo como último recurso: es agotador y podrías inhalar más polvo.

• Recuerda no prender fósforos o un encendedor para tener luz. El aire lleno de polvo puede ser explosivo, y quizá haya tuberías de gas rotas.

• Si estás en la calle, dirígete a un lugar abierto. Aléjate de edificios, árboles, cables aéreos y cualquier otro objeto que pueda caerte encima.

• En caso de que estés conduciendo un auto, busca un sitio abierto, apaga el motor y permanece en el asiento hasta que pase el temblor. Aléjate de puentes, pasos subterráneos, edificios y árboles altos.

• Después del sismo, no fumes ni uses aparatos eléctricos hasta asegurarte de que no haya fugas de gas. Cuídate de vidrios rotos, tejas flojas, mampostería dañada y edificios que parezcan inestables.

• Si vas al volante, ten especial cuidado con grietas y hoyos grandes.

Líbrate de rayos y truenos

Puedes verte en peligro desde que se oye un trueno, pues los cinco segundos que pasan entre su sonido y la aparición del relámpago representan 1.6 km de distancia del centro de una tormenta, y el rayo puede caer hasta a 16 km de distancia de ese centro.

• La caída de un relámpago puede causar un aumento repentino del voltaje (o pico de tensión) en el cableado eléctrico, dañar aparatos electrodomésticos y hasta iniciar un incendio. Desenchufa los equipos que no sean esenciales, pero nunca desconectes la antena de televisión en el momento de caer el rayo. Procura instalar supresores de picos de tensión, que sirven para regular el voltaje.

• Durante la tormenta, aléjate de objetos metálicos como llaves, tuberías, radiadores o fregaderos: pueden ser conductores de electricidad.

• Si necesitas con urgencia hablar por teléfono, utiliza uno inalámbrico o un celular.

• Apártate de las ventanas, ya que los vidrios podrían romperse.

• No salgas de casa hasta que pasen 30 minutos desde el último trueno. El riesgo es mayor afuera.

• Si ya cayó un rayo sobre tu casa, es posible que quede vulnerable a más impactos en el futuro. Instala un pa-rarrayos y conecta a tierra la antena de televisión y la satelital.

El poder destructor  del agua

Las inundaciones son uno de los desastres naturales más frecuentes, y su gravedad resulta impredecible.Una masa de agua de 15 cm de altura que avanza rápidamente puede derribarte, y tan sólo 30 cm de agua pueden hacer flotar un coche.

• Si se pronostican lluvias fuertes e inundaciones, mantente informado. Las autoridades suelen emitir distintas alertas según la gravedad del caso.

• Haz un plan de emergencia que funcione en caso de inundación.

• Prepara provisiones para tu familia y para tus mascotas o animales de trabajo. Ten agua embotellada, o llena recipientes con agua potable antes de que la inundación alcance tu casa (el suministro público de agua podría contaminarse). De ser necesario, consigue algunos sacos de arena.

• Si tu casa se halla en una zona de alto riesgo, sella puertas y ventanas con paneles de madera, y cubre los huecos y respiraderos que estén cerca del suelo (prefiere productos diseñados específicamente para estos casos). Coloca tapones en lavabos y bañeras, y refuérzalos poniendo objetos pesados encima de ellos.

• Corta los suministros de agua, electricidad y gas antes de que la inundación llegue a tu casa.

• Si tu casa es de dos plantas, sube al segundo piso la mayor cantidad posible de cosas: documentos importantes, objetos de valor y artículos electrónicos costosos. Pon en alto las que no puedas trasladar.

• Las barreras hechas con sacos de arena suelen ser eficaces para impedir que el agua entre a los hogares, especialmente si los sacos están forrados con tela de PVC.

• Si vas conduciendo en medio de una inundación, hazlo despacio, en primera o segunda velocidad, y mantén altas las revoluciones del motor. En caso de sentir agua en los pies, detén el auto de inmediato y bájate: podrías perder el control del volante.

• Si sientes que te arrastra la corriente, intenta tenderte boca arriba, con los pies hacia delante, y cuídate de los obstáculos o escombros que floten en el agua. Busca un lugar dónde aferrarte o trepar, y arrástrate hacia un sitio donde el agua pierda fuerza.

Más información sobre el tema en Selecciones, septiembre 2011, pág. 66

Selecciones/Foto: Ingimage

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