Cómo entender el ‘idioma’ de tu gato y lo que te está diciendo
¿Por qué tu gato rueda en el suelo? ¿Por qué maúllan por largos periodos de tiempo? ¿Por qué no utilizan bien su caja de arena? Averígualo aquí.
Que un gato maúlle en el transcurso de la noche o antes del amanecer por lo común se debe a dos cosas: a la estación del año… y a ti.
El ritmo circadiano de los gatos hace ajustes, al igual que el nuestro. Cuando se acerca el verano y las aves se despiertan más temprano, tu gato también se despierta, con ganas de hacer justo lo que el instinto les dicta a las criaturas depredadoras: cazar.
Sin embargo, no todos los dueños de gatos están dispuestos a sacar a su mascota al aire libre a esas horas, así que si tu minino te despierta a maullidos porque quiere comida, necesitas hacer correctivos.
Alimentar al gato cuando maúlla de noche refuerza ese comportamiento; si no le das comida, en cambio, le enseñas que no habrá recompensa alguna por despertarte a maullidos en la madrugada.
Es así como los gatos aprenden a qué hora se sirve el desayuno, y que tienen que apegarse a un horario.
¿Te confunde que tu felino de pronto se tienda en el piso y gire? Fíjate a qué hora y en qué lugar ejecuta esa pirueta, ya que a menudo se trata de una maniobra para llamar tu atención.
¿La realiza mientras trabajas en la computadora? ¿O al ponerte los zapatos antes de salir de casa? No importa dónde ni cuándo lo haga; si respondes a ese comportamiento de tu gato con una palabra cariñosa o una caricia en la cabeza, le estarás dando justo lo que quiere: atención.
Si tienes tiempo de dársela en ese momento, reforzarás el vínculo que te une a él. Pero recuerda: mientras que un perro tal vez ruede para que le acaricies la barriga, un gato puede tener razones impredecibles para hacer eso, así que tu caricia podría dejarte un rasguño o dos.
El maullido incesante puede tener diversas causas. Por un lado, algunas razas de gatos simplemente son más ruidosas que otras (si tienes un siamés u otra raza oriental, esto no será noticia para ti). Si ya está envejeciendo, tal vez su oído esté afectado.
El maullido que no cesa también puede ser señal de enfermedad, así que si ésa es tu sospecha, llama al veterinario para saber si vale la pena que revise al gato.
Otra posibilidad es que maúlle porque tiene hambre o requiere atención, y sabe que maullando conseguirá lo que necesita.
¿Está sano? Si tiene una infección urinaria, es posible que no logre llegar a tiempo a la caja. Si no es ése el problema, tal vez lo sea la caja en sí.
A estos animales les gusta que la arena esté limpia y la capa sea profunda. Lo que tu gato quiere es poder excavar y cubrir sus desechos una vez que termine.
Para aprender más sobre temas de entrenamiento felino, acude al veterinario.
La relación que tienes con tu gato refleja si eres o no un buen dueño de mascotas. Darle lo que necesita para estar sano y contento es una cosa, pero, al igual que un niño, tiene que aprender reglas de conducta.
Una actitud firme al prevenir y corregir el mal comportamiento hará que la vida sea menos estresante para ti, para él y para quienes convivan con él.