¿Cómo saber si tu lengua es un criadero de bacterias?
Nadie dijo que las lenguas fueran bonitas. Y tal vez esa es la razón por las que las hacemos de lado cuando se trata de higiene bucal.
Nadie dijo que la lengua fuera bonita. Y tal vez esa es la razón por las que la hacemos de lado cuando se trata de higiene bucal.
Lejos de ser tersa, tu lengua está cubierta de pequeñas protuberancias, llamadas papilas. “La superficie de tu lengua puede esconder muchas bacterias”, asegura el Doctor Euan Swan, director del programa dental de la Asociación Dental Canadiense, en Ottawa.
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan descubrió que cerca de un tercio de las especies de bacteria que se encontraba en la lengua de las personas no crecían en ninguna otra superficie de sus bocas.
Los gérmenes atrapados en la lengua pueden provocar el mal aliento y perjudicar tu sentido del gusto, y la bacteria puede viajar a otras partes de tu boca.
El sobre crecimiento de bacterias puede volver a tu lengua amarilla, blanca o inclusive negra o con apariencia vellosa.
Hazte el hábito de limpiar tu lengua cada vez que laves tus dientes. Puedes utilizar un limpiador de lenguas, una pequeña herramienta hecha para raspar la lengua que encuentras en diferentes formas y tamaños.
Tu cepillo regular también puede funcionar. Intenta llegar hasta el fondo. Si esto hace que tu reflejo nauseoso se active, sigue intentándolo. Con el tiempo, tu reflejo cederá. También descubrirás que un limpia lenguas no activa el reflejo tan fácilmente como lo hace tu cepillo.
Si no has atendido tu lengua, puede estar blanquecina o crujiente. La gente que tiene problemas de destreza física o que necesitan del cuidado de alguien más para la higiene bucal, que respiran por la boca o toman medicamentos que secan la boca es más propensa a tener una lengua blanquecina.
Si tu lengua está muy seca y crujiente cuando la raspas, corres el riesgo de dañar el tejido. Prueba cepillándola después de lavar tus dientes, cuando tu boca todavía se encuentra húmeda. También puedes cubrir tu lengua con un spray o gel humectante para la lengua, esperar de 10 a 15 minutos y luego cepillarla.
En 2015, cerca de 2,400 canadienses fueron diagnosticados con cáncer bucal, y algunos de ellos, se encontraron en estado avanzado. Esto se debe a que muchos cánceres bucales no se detectan en las primeras etapas.
Una inspección regular de tu lengua, por ejemplo una vez a la semana, puede ayudarte a revisarte contra el cáncer bucal. “Saca tu lengua frente al espejo y revísala bien”, recomienda Swan.
Revisa la parte superior, la inferior y los lados. Busca que no haya cambios en su color, cortadas o zonas blancas o rojas que no sanan después de una semana o dos.
Tu dentista debe examinar tu lengua durante las citas regulares, especialmente si tienes más de 40 años. En un estudio en la India, después de haber revisado a miles de personas para detectar cáncer bucal, el índice de muertes por esta enfermedad disminuyó más de un tercio. Si tu dentista no te revisa la lengua, recuerda pedírselo la próxima vez que le visites.
Cualquier perforación corporal conlleva el riesgo de una infección. Pero de acuerdo con la Asociación Dental Canadiense, el riesgo de infección por perforaciones de la lengua es más elevado porque nuestras bocas ya están llenas de bacteria.
Además, el metal del que están hechas las piezas para la lengua puede dañar seriamente tus dientes y encías, desgastando el esmalte, aflojando las encías y quebrando los dientes.
Inclusive el procedimiento puede causar severos daños a los nervios, provocando salivación permanente o alterar el sentido del gusto.
Los dentistas no recomiendan las perforaciones en la lengua. Pero si estás dispuesto a seguir adelante, asegúrate de utilizar a un profesional y de que estés bien informado acerca de las posibles complicaciones y cómo manejarlas.
¿Alguna vez sentiste alguna molestia en tu lengua que te preocupara? ¿Has visto alguna coloración extraña en ella?