Para iniciar el evento, Celina cedió la palabra a Mireya Cuentas, Directora General de Reader’s Digest México. Tras agradecer la presencia de las supermamás, la licenciada Cuentas afirmó que cada una de ellas “ayuda a que las sonrisas persistan, a que las familias se mantengan unidas, a reconstruir el alma de quienes
sufren y a hacer que la autoestima de las personas crezca, entre muchas otras acciones que las hacen ser grandes seres humanos”.
Las supermamás galardonadas fueron: Elizabeth Marroquín, quien a través del Centro Educativo La Buena Tierra ofrece una vida mejor a niños de una de las colonias más marginadas de Cuernavaca; Bárbara de Regil, que colabora con Rizos de Amor y Alegría A.C. para regalar pelucas a niñas enfermas de cáncer; Mariana Baños, creadora de Fundación Origen, una plataforma de acompañamiento emocional y legal que busca mejorar la salud emocional de las mujeres; Angie Taddei, quien llena de entusiasmo apoya a AMARMEX, a la Casa Hogar Don Orione, a Nutre a un Niño A.C., y a la Asociación Mexicana contra la Psoriasis; Tessie G. de Picazo, quien ha colaborado casi 25 años con Casa de la Amistad, institución que promueve la detección y el tratamiento oportunos del cáncer en niños y jóvenes; Liz Gallardo, que apoya a Children International, institución que brinda ayuda a niños de escasos recursos, y quien también creó una fundación que rescata animales callejeros; Mariel Hawley, del Proyecto Quiero Sonreír, una de las pocas mujeres mexicanas que han cruzado a nado el Canal de la Mancha y, con ello, apoyado al Centro de Atención Integral de Labio y Paladar Hendido; Marisol González, quien apoya a la Fundación Kardias A.C. y colabora en otras causas, nos envió un mensaje de agradecimiento en video, y Rina Gitler, quien creó la Fundación Alma a fin de realizar reconstrucciones mamarias gratuitas y devolver a las mujeres su integridad física y psicológica, envió al evento a una representante muy especial: su pequeña hija Orly.
En esta ocasión la fundación invitada fue la Casa Xochiquetzal. Su directora, Jessica Vargas, explicó cómo desde hace seis años han dado hogar a mujeres que se dedicaron al trabajo sexual y que, al llegar a la vejez, vivían en situación de calle. Esta casa, enclavada en el centro histórico de la Ciudad de México, hoy les permite vivir una vejez digna y tranquila.
A medida que cada una de las supermamás tomaba la palabra, el espíritu de solidaridad y el entusiasmo inundaron el evento. Celina del Villar invitó a todos los asistentes a crear una red de contactos para ayudar. Y al recibir su reconocimiento, visiblemente conmovida por las historias que se presentaban, Angie Taddei exclamó: “¡Aquí cuentan con una nueva voluntaria para todas sus causas!”
Esperamos celebrar en 2017 la novena edición de Supermamás. Los invitamos, amigos lectores, a estar atentos a la convocatoria.
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