Come de manera inteligente (y protege tu cerebro)
Todo sabemos que las frutas y las verduras son importantes para una buena salud, pero olvidamos que esa salud incluye la de nuestro cerebro.
Todo aquel que tiene más de cinco años de edad sabe que las frutas y las verduras son importantes para una buena salud, pero olvidamos que esa salud incluye la de nuestro cerebro. Manzanas, naranjas, tomates y lechugas pueden ayudar a combatir la demencia asociada con la edad.
De hecho, ingerir gran cantidad de frutas y verduras puede reducir a la mitad el riesgo de demencia y de Alzheimer.
Esa parece ser la cantidad mínima que se necesita para maximizar los efectos protectores del cerebro. Cuantas más consumas, mejor. La excepción son las verduras con alto contenido de almidón —entre las que se incluyen el elote, la papa, el camote y los nabos—, que provocan un aumento del azúcar en sangre. Limítalos a una porción diaria.
Intenta comer verduras de hojas verdes en una ensalada o al vapor todos los días. No olvides mezclarlas: hay vida más allá de la lechuga. Prueba, por ejemplo, combinar una lechuga suave con una variedad más sabrosa.
Para algunas personas ciertas verduras —como las crucíferas— son amargas. En lugar de evitar estos productos buenos para el cerebro, los nutricionistas recomiendan agregarles un poco de grasa antes de servirlas, para cortar el sabor amargo. Además, el aceite de oliva es un ingrediente saludable para el cerebro. Después de cocinar, condimente las verduras con una cucharadita de té o hasta una cucharada de aceite de oliva y obtendrás una dosis doble de protección para la memoria.
Una manzana arrancada del árbol tendrá más nutrientes que una que compras en el supermercado, porque esta última ha tardado quizá semanas en llegar a la tienda. Tal vez no puedas arrancar del árbol tu propio producto (aunque si tienes acceso a un mercado agrícola, aprovéchalo), pero puedes tratar de comer el producto en cuanto regreses a casa.
Haz compras estilo europeo: adquiere pequeñas cantidades en lugar de dejar que los productos descansen durante una semana en los cajones para frutas y verduras del refrigerador.
Las frutas tienen nutrientes, pero, también, azúcar natural. No se extralimite.
¿Sueles comprar pimientos verdes? Intenta con los rojos, anaranjados o amarillo. Los diversos colores indican diferentes fitoquímicos, y lo mejor es incorporar la más amplia variedad posible.
Extracto del libro ‘Cómo entrenar su mente. Guía para mantener su memoria y su cerebro en forma de por vida’ editado por Selecciones Reader’s Digest México.