Cómo afrontar la cultura de la urgencia
Es la mentalidad de que todo es urgente y requiere atención inmediata y puede tener un impacto negativo en la salud mental, productividad y relaciones.
En un mundo que parece acelerarse sin cesar, la cultura de la urgencia se ha convertido en una norma que impregna tanto nuestra vida profesional como personal. La constante presión por responder de inmediato, estar siempre disponibles y cumplir con plazos ajustados nos ahoga en un mar de estrés y ansiedad, afectando negativamente nuestro bienestar físico y mental.
¿Te sientes identificado? Si la frase “no tengo tiempo” resuena con frecuencia en tu mente, si te encuentras trabajando hasta altas horas de la noche o incluso durante los fines de semana, o si la culpa te invade por no poder responder inmediatamente a un mensaje, es probable que estés bajo el dominio de esta cultura de la urgencia.
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“La cultura de la urgencia es la idea de que todo es urgente”, dijo Alexzis Figueroa, trabajadora social clínica autorizada y directora de servicios de salud conductual de Banner Health. “No hay ningún sentido de priorizar una cosa o la otra. En cambio, debes estar encendido en todo momento. Desdibuja la capacidad de identificar lo que realmente se necesita en este momento frente a lo que puede esperar o delegarse”.
En este artículo, exploraremos cómo podemos identificar, entender y manejar la cultura de urgencia para encontrar un equilibrio saludable.
La cultura de la urgencia es la necesidad constante de atender todas las tareas de inmediato, tanto en el ámbito laboral como personal. Esta mentalidad puede hacer que sintamos que debemos estar disponibles y activos en todo momento, sin espacio para la priorización.
En el trabajo, la tecnología y la presión social nos hacen sentir que debemos estar disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, trabajando largas horas para cumplir con las expectativas de productividad. Las organizaciones pueden hacer creer que respuestas rápidas significan mayor eficiencia, generando un flujo constante de correos y tareas urgentes.
En la vida personal, podemos sacrificar tiempo de descanso y relajación para estar siempre conectados y disponibles para amigos y familiares. Esta cultura puede restar tiempo de calidad y conexiones significativas.
La cultura de la urgencia afecta a casi todos en algún momento. ¿Te cuesta desconectar del trabajo? ¿Te sientes constantemente estresado y ansioso? ¿Tu rendimiento se ha visto afectado? Si respondiste “sí” a alguna de estas preguntas, es hora de tomar cartas en el asunto.
Cuando estás abrumado por las tareas, puedes notar estos signos de agotamiento :
Si nota estos signos, toma medidas para restablecer el equilibrio en tu vida. Cuando abordas el agotamiento a tiempo, es más probable que prevengas problemas de salud graves, fortalezcas tus relaciones, desarrolles resiliencia y mejores tu calidad de vida.
1. Reconocer las señales: Presta atención a las señales de agotamiento, como el cansancio físico y emocional, el bajo rendimiento laboral, la irritabilidad, la ansiedad y los problemas de sueño.
2. Priorizar tu bienestar: Dedica tiempo para ti mismo, para reflexionar sobre tus necesidades y establecer límites saludables. Practica actividades que te ayuden a relajarte y recargar energías, como la meditación, el yoga o pasar tiempo en la naturaleza.
3. Comunicar tus límites: Informa a tus colegas, amigos y familiares sobre tus horarios disponibles y tiempos de respuesta. Establece “horarios de oficina” para el trabajo y utiliza herramientas como el modo no molestar en tu teléfono o aplicaciones.
4. Gestionar las tareas: Utiliza listas de tareas pendientes, calendarios y herramientas de gestión de proyectos para organizar tus responsabilidades y cumplir con los plazos. Prioriza las tareas urgentes e importantes, y delega las que puedas.
5. Establecer expectativas realistas: No te sientas presionado a responder inmediatamente a todo. Establece objetivos SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos determinados) y evita el perfeccionismo.
6. Desconectarte: Tómate descansos regulares durante el día para alejarte del trabajo y las responsabilidades. Apaga tu teléfono o computadora y dedica tiempo a actividades que te gusten.
7. Buscar apoyo: Si te sientes abrumado, no dudes en buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a desarrollar estrategias para manejar el estrés, la ansiedad y las emociones difíciles.
Recuerda: Es importante cuidar de tu salud mental y física para poder ser productivo y disfrutar de una vida plena. No te dejes arrastrar por la cultura de la urgencia, toma el control de tu tiempo y establece límites saludables.
Con información de Banner Health