¿Cómo construían sus tepees los indios americanos?
A lo lejos, en la gran llanura, los cazadores sioux veían brillar sus tiendas como linternas en la pradera oscura. La caza había sido buena: dos búfalos. Esa noche habría fiesta y nuevas pieles para añadir al tepee que las mujeres estaban construyendo.
«Los jóvenes sólo tenían un modo de estar juntos. La muchacha salía a la puerta del tepee familiar envuelta en una manta. Su enamorado acudía a visitarla y se envolvía con ella.»
Ciervo cojo del pueblo sioux
Los sioux, como los arapahoes, los comanches y los pies negros, se establecieron en las llanuras del Oeste americano en el siglo XVIII, empujados por la llegada del hombre blanco. Eran tribus nómadas que seguían la migración del búfalo, el animal que les proporcionaba alimento, cobijo y abrigo. Los indios de las llanuras orientales, como los pawnee y los dakota, vivían en asentamientos permanentes durante la mayor parte del año y usaban los tepees para las cacerías, en verano y otoño.
El tepee, una tienda de piel en forma de cono, era la vivienda ideal para estos cazadores nómadas. Constaba de un armazón de madera cubierta de piel de búfalo y se montaba y desmontaba fácilmente. La construcción del tepee era tarea de las mujeres y se hacía en primavera, durante la caza del búfalo. Cada tepee exigía unas 30 pieles de búfalo.
La armadura se fabricaba con 20 palos de pino joven, de 9 m de largo. Tres o cuatro de los palos se ataban en el extremo superior, formando la característica estructura cónica, mientras que los demás se disponían transversalmente para reforzar la construcción. Esta sencilla estructura de madera se cubría con pieles de búfalo, curtidas y aseguradas con estacas de madera clavadas en la tierra. Los dos extremos se unían delante con pasadores de hueso o de madera y la abertura con otro trozo de piel.
Los indios de las llanuras daban a sus tepees el nombre de «buenas madres», porque les ofrecían cobijo y protección. En los días de verano la puerta se dejaba abierta y la parte inferior de la tienda se enrollaba. En invierno, para mejorar el aislamiento, se tensaba otra capa de piel de búfalo en el interior de la tienda y se rellenaba el hueco entre ambas capas con hierba.
Por lo general, cada familia ocupaba un tepee. En el interior se almacenaban la leña, las pieles para dormir, las alfombrillas, el material para tejer, los utensilios domésticos y los respaldos de madera de sauce. En las paredes se amontonaban los sacos de cuero llenos de comida y medicinas, los arcos y las flechas y los escudos ceremoniales.
Cómo se hizo posible
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