Cómo controlar esas incómodas escamas blancas, también llamadas caspa
Gracias al característico picor del cuero cabelludo irritado y las inevitables escamas que la acompañan, uno la reconoce en cuanto la ve. Pero ¿qué es exactamente la caspa?
Gracias al característico picor del cuero cabelludo irritado y las inevitables escamas que la acompañan, uno la reconoce en cuanto la ve. Pero ¿qué es exactamente la caspa, qué la causa y cómo se controla?
“El término médico para la caspa es dermatitis seborreica, y es una especie de irritación de la piel que conlleva escamas grasosas o grasientas”, explica Peter Vignjevic, dermatólogo de Ontario, Canadá, y profesor de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad McMaster. Si bien afecta principalmente a la cabeza y al cuero cabelludo, también puede aparecer en las cejas, pestañas, párpados, alrededor de la nariz y las orejas, e incluso detrás de estas, detalla Vignjevic.
Hasta puede atacar la barba de los hombres.
A lo largo del último siglo, la opinión médica ha cambiado en lo que respecta a la raíz de la dermatitis seborreica, comenta Roderick Hay, dermatólogo especialista y profesor de infecciones cutáneas del King’s College de Londres. A comienzos del siglo XX, la medicina señaló a un hongo en la piel como el culpable, pero en las décadas de 1950 y 1960, según Hay, “se consideró como un trastorno proliferativo, una enfermedad en la que la epidermis se reproduce mucho más rápido, algo parecido a la psoriasis”.
En los últimos 30 años ha resurgido la teoría fúngica porque los médicos notaron que los antifúngicos reducían la presencia de la caspa.
Aunque las estimaciones varían, entre el 10 y 50 por ciento de la población la padecerá en algún momento.
La levadura (un tipo de hongo) que está relacionada con el padecimiento se llama Malassezia. “Nuestra piel está recubierta, literalmente, de millones de bacterias”, afirma Hay; la mayoría son inofensivas. No obstante, en algunas personas, la Malassezia produce enzimas que irritan la piel al despojarla de sus grasas naturales o al activar el sistema inmunitario, provocando así una reacción.
“La conjunción de ambas situaciones es, quizá, el quid del problema”, afirma Hay. Las personas estresadas y cansadas son más propensas a padecerla, y si bien el frío puede agravar la piel seca y escamosa, la caspa no suele ser estacional, indica el especialista.
La primera línea de defensa es usar un champú antifúngico con ketoconazol o piritionato de cinc, compuestos que combaten la reproducción de la levadura. También se puede utilizar un champú con alquitrán mineral, dice Hay; aunque él lo considera anticuado, es potente contra los hongos. Existen lociones antifúngicas medicinales para la dermatitis seborreica que aparece en la cara y en la barba, comenta Vignjevic, que pueden conseguirse libremente en la farmacia o con receta médica.
Si estas no funcionan, podría considerarse prescribir esteroides, que combaten la irritación producida por la levadura, afirma Hay. Se pueden encontrar en presentaciones como champú, crema y loción; sin embargo, el uso prolongado de los esteroides puede provocar el adelgazamiento de la piel, indica Vignjevic, y, por consiguiente, su uso requiere prudencia.
No obstante, puede aplicarse un esteroide suave durante algunos meses; si se emplea un agente con más potencia, se corre el riesgo de provocar estrías, moretones o desgarros en la piel en caso de prolongarse su uso, afirma Peter Vignjevic.
Lo mejor sería utilizar un tipo de cremas no esteroideas llamadas inhibidores de la calcineurina, dado que pueden tratar los síntomas sin producir desgaste en la piel. “Si me lo preguntan, son la mejor opción para el tratamiento porque la caspa suele ser un problema a largo plazo”, afirma Vignjevic.
¿Cuál es la peor parte de la caspa? Que no tiene cura. Por esa razón es necesario saber cómo controlarla de la mejor manera posible.