Cómo controlar malos hábitos frecuentes de tu mascota
Por lo general a los perros les encanta complacer a sus dueños, pero impedir que salten o ladren a las visitas requerirá paciencia.
Impedir que los perros salten o ladren a las visitas requiere de paciencia. Las mascotas son una gran compañía y, por lo general, les encanta complacer a sus dueños, pero a veces adoptan algunos malos hábitos que pueden ser enloquecedores.
Un entrenamiento básico e intervenciones sencillas pueden hacer la vida mucho más agradable tanto para las mascotas como para sus dueños.
Los perros que le saltan a las personas pueden llegar a ser molestos, causar vergüenza a sus dueños y volverse un peligro potencial.
Solución
La mejor estrategia es enseñarle a tu perro que solo recibirá atención cuando tenga sus cuatro patas firmes sobre el piso. Comienza tan pronto como puedas, ya que es más fácil prevenir este comportamiento que corregirlo. Cuando veas que tu perro está a punto de saltar, date la vuelta e ignóralo hasta que se calme.
Luego, recompensa su comportamiento sereno dándole premios y elogiándolo (tienes que estar preparado y siempre llevar premios). También puedes intentar distraer al perro pidiéndole que haga otra cosa, como, por ejemplo, diciéndole ‘sentado’. Cuando esté sentado y tranquilo, dale premios y dile elogios.
Los gatos que arañan los muebles y la alfombra se convierten en un problema molesto que puede llegar a ser caro. Los gatos rascan pues es un comportamiento natural e innato que utilizan para quitarse la capa exterior de sus garras y marcar territorio. Por desgracia, no se dan cuenta de que los muebles son poco apropiados para este propósito.
Solución
Por lo general, la forma más sencilla de resolver este problema es colocar un poste para que se rasquen, pero hay que enseñarles a usarlo. Elige un poste que sea lo suficientemente resistente y alto como para que el gato se estire hacia arriba a todo lo largo de su cuerpo.
Si está rascando algún mueble en particular, coloca el poste para rascar delante del objeto que quiere arañar. Si sigue rascando, intenta orientarlo hacia el poste con ayuda de juguetes.
Muchos perros corren a la puerta y ladran sin control cada vez que suena el timbre o llegan visitas. Esto es cansado para los dueños e inquietante para quienes los visitan. Los perros aprenden pronto que el timbre o la llamada a la puerta significa que llegan visitas y que esto conlleva emoción y atención.
Solución
Este comportamiento se maneja mejor entrenándolos para que hagan otra cosa cuando suene el timbre; esto demandará paciencia, mucha repetición y muchos premios. Comienza sin que haya alguien en la puerta y camina hacia ésta y atiende como si alguien estuviera allí. Luego, pídele a tu perro que se siente y lo recompensas cuando esté tranquilo. Repite esto varias veces durante unos días hasta que el perro asocie el procedimiento con sentarse y recibir premios
Después, pide a un amigo o familiar que toque o llame a la puerta y sigue el mismo procedimiento. Repite esto cuantas veces sea necesario hasta que tu perro se dé cuenta de que recibirá premios, pero siempre y cuando no ladre.