Aprende cómo apapachar a tu perro con un masaje
Un masaje ayudará a tu perro de diferentes maneras. No tienes que llevarlo a un lado específico, porque puedes dárselo tú, te decimos cómo.
Tú no eres el único que se beneficia al momento de asistir a una cita con el masajista. Tu perro también puede disfrutar de los beneficios, ¡por qué? Porque su pelaje será más brilloso, tendrá una mejor circulación y una mejora en su sistema inmunológico. Pero no hay necesidad de hacer una cita, sólo lleva a tu perro a una zona tranquila y agradable de tu casa en donde pueda relajarse.
Margaret Clark, de Alas Caninas y Masaje Equino en Abbotsford recomienda empezar y terminar cada sesión con toques ligeros, de un masaje con movimientos circulares largos y fluidos; el sentido generalmente debe de seguir la dirección del pelaje.
Primero, empieza desde la punta de la nariz, después, pasa por la punta de la nariz, por encima de la cabeza, por debajo de un hombro y acaba en los dedos de la pata. Repite este movimiento dos o tres veces en cada lado, o bien, y dependiendo del tamaño del perro, por ambos lados al mismo tiempo. Después, enfócate en una parte específica del cuerpo a la vez. Aprende cómo calmar a un perro ansioso sin medicamentos.
Aplica caricias suaves sobre la cabeza desde la nariz hasta el cuello, usando toda la mano o la punta de los dedos. Haz pequeños círculos con la punta de tus dedos a los lados de la cara de tu perro, en el cráneo y en toda el área de ambas orejas.
Amasa toda el área del cuello. Cuando la piel comience a estirarse, puedes levantarla delicadamente y apretarla.
Da masaje a la piel en estas zonas. Después con tus dedos ligeramente flexionados, haz pequeñas sacudidas para causar vibraciones. Después de tres repeticiones, levanta tu mano y muévela una o dos pulgadas. Repite hasta que toda el área haya sido cubierta.
Utiliza compresiones suaves y rítmicas, desde los hombros hasta las patas y de regreso.
Nunca des masajes a un perro con fiebre, y nunca lo hagas sobre una herida abierta, un hueso roto, tumor, infección o en alguna zona en donde haya tenido una cirugía reciente. Clark recomienda comenzar con una sesión diaria de cinco a diez minutos, y luego incrementar paulatinamente el tiempo.