“La felicidad no es la creencia que no necesitas cambiar, es que puedes cambiar”, dice Achor. Tómate un momento para notar la relación entre el cambio y el crecimiento personal.
Prueba esto: “Escribe los tres mejores momentos de cambio en tu vida que te han llevado a ser la persona que te gusta ser hoy”, aconseja Achor. Pueden ser cosas obvios, como mudarse a una nueva ciudad, o más sutiles y personales, como conocer a tu mejor amigo. Cuelga tu lista en tu baño o encima de tu escritorio para animarte a adaptar tu actitud y mantenerte positivo.
Cuando pagas impuestos, es fácil sacar de proporción los pequeños aspectos negativos. Pero la investigación muestra que un nuevo entorno puede cambiar tu perspectiva para mejor.
Achor describe un experimento en el que los estudiantes de medicina de Yale salieron de clase para estudiar pinturas antiguas en un museo de arte local. Después de su viaje, como grupo, mostraron una mejora del 10 por ciento en su capacidad para reconocer detalles médicos importantes, en comparación con los estudiantes que no tomaron el mismo descanso.
“Al entrenar sus cerebros para ver más puntos de vista, estos estudiantes aprendieron a abordar los problemas con una perspectiva más amplia y profunda”, escribe Achor.
Prueba esto: Si estás atascado, expon tu cerebro a un nuevo entorno, ve físicamente a otro lugar, lee o busca en otro lado, para obtener un cambio de actitud positivo.
Todo el mundo sabe que estar cansado y con hambre es igual a sentirse infeliz, pero esta combinación puede ser más dañina de lo que piensas. Tu cerebro interpreta la falta de sueño como una amenaza para el sistema nervioso central, escribe Achor, lo que puede nublar el juicio.
Perder una noche de sueño puede hacer que recuerdes un 59 por ciento menos de palabras positivas, lo que podría hacer que te concentres demasiado en lo negativo. “Si estás bien descansado y recién alimentado, será más fácil ver la gama más amplia de detalles, información y posibilidades valiosas”, escribe Achor.
En un conocido estudio de la Escuela de Negocios de Columbia, los jueces concedieron la libertad condicional solo al 20 por ciento de los solicitantes antes de la hora del almuerzo, pero al 60 por ciento después de comer algo.
Prueba esto: Si tu actitud es crónicamente malhumorada, observa tus hábitos de alimentación y sueño. Un refrigerio a media mañana (como la combinación de proteínas y grasas de manzana con mantequilla de maní) podría estabilizar el nivel de azúcar en la sangre. El sueño también puede ayudar a proteger tu cerebro del Alzheimer.
No importa cuán sombrío pueda parecer, cada situación tiene un resquicio de esperanza, insiste Achor. “Nunca me encontré con un entorno en el que no se pudieran encontrar detalles positivos”, escribe Achor.
Prueba esto: concéntrate en un objeto o tarea y enumera tantas descripciones como puedas durante 30 segundos. Obtienes tres puntos por descripciones positivas y uno por negativas. ¿Por qué incluir negativos? “La conciencia de los aspectos negativos puede motivarnos a tomar medidas, y el acto de buscarlos puede hacer que nuestro cerebro sea aún más flexible y ágil”, dice Achor.
De acuerdo con Achor, ventilar tus dramas con tu compañero de oficina o tu hermana podría ser más dañino que útil.
Hablar continuamente con personas de ideas afines podría significar que escuchas la misma perspectiva repetidamente, lo que desalienta la resolución de problemas. Para obtener una actitud positiva, busca diferentes puntos de vista para reconocer todos los aspectos del problema.
Prueba esto: Con decisiones importantes: terminar una relación; pedir un ascenso: usa una verificación de la realidad de tres personas, dice Achor. “Encuentra a alguien con una personalidad diferente, un estatus económico diferente y un grupo de edad diferente”, explica. “Cubre todas tus bases”.
El estrés hace que cada mala situación empeore. ¿O sí? Las hormonas liberadas durante el estrés pueden aumentar la memoria y la capacidad de razonamiento, dice Achor, y aprender a pensar en los aspectos positivos del estrés puede mejorar el rendimiento y la salud física y mental.
En un estudio, los gerentes capacitados para reconocer el lado positivo del estrés informaron una reducción del 23 por ciento en los síntomas físicos como dolores de cabeza, dolores de espalda y fatiga. Aquí hay algunas formas más en que el estrés puede ser realmente bueno para ti.
Intenta esto: Cuando estés abrumado, identifica la verdadera razón. Si estás preocupado por una presentación de trabajo, es posible que tu estrés se deba a impresionar a tu jefe, no a hablar frente a un grupo. Trata de dirigir el estrés hacia una entrega más segura.
Tomado de rd.com How to Develop a Positive Attitude in 6 Easy Steps
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