Las comidas navideñas son un verdadero festín para los sentidos, pero también pueden convertirse en un maratón calórico que te deja sintiéndote lleno durante horas. Entre el pavo, el puré, los postres y los brindis, es fácil comer más de lo necesario. La buena noticia: no tienes que renunciar a tus platillos favoritos, solo saber cómo disfrutarlos con calma y con conciencia.
Especialistas en nutrición coinciden: pequeños cambios en la manera de servirte y comer pueden marcar una enorme diferencia en cómo te sientes después de estas reuniones.
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¿Por qué comemos de más en Navidad?
Una de las razones principales es comer demasiado rápido. El estómago tarda varios minutos en enviar la señal de “ya estoy lleno” al cerebro. Si comes apresurado, es probable que te excedas antes de que el cuerpo pueda avisarte.
Además, muchos alimentos navideños están cargados de grasa, azúcar y sal, lo que los vuelve más difíciles de resistir y más fáciles de comer en exceso sin darte cuenta.
Truco 1: Escanea la mesa antes de servirte
Antes de lanzarte al buffet, tómate unos segundos para ver todas las opciones. Elige los platillos que más te emocionen y sírvete porciones pequeñas. Prestar atención al sabor, textura y aroma de tus favoritos te ayuda a comer más lento y a disfrutar más.
Incluso puedes dejar el tenedor entre cada bocado para reducir la velocidad sin darte cuenta.
Truco 2: Sigue la regla del “medio plato”
La recomendación es sencilla:
Llena la mitad del plato con verduras, ensaladas y frutas.
Con el espacio restante, agrega pequeñas cucharadas de tus platillos preferidos.
Piensa en medidas prácticas:
- Una cucharada = una porción razonable de guarniciones.
- Una bola de helado = la referencia para medir purés o cacerolas.
Truco 3: Usa platos y vasos más pequeños
Hay un truco psicológico muy efectivo: comemos más cuando el plato está lleno, sin importar su tamaño. Usar platos de cóctel o vasos pequeños te ayuda a moderar porciones sin sentir que estás “a dieta”.
Truco 4: Cambios pequeños, impacto grande
- Elige verduras y frutas con dip de yogur.
- Prefiere alitas al horno o a la parrilla en lugar de fritas.
- Cambia el alcohol por agua mineral con un toque de jugo de arándano.
- Si tomarás bebidas alcohólicas, que sea solo durante la comida (una al día para mujeres, dos para hombres).
El alcohol puede aumentar el apetito, hacer que comas más sin darte cuenta y afectar la calidad del sueño.
Truco 5: Enfócate en lo especial… no en lo cotidiano
¿Realmente vale la pena llenarte de un platillo que podrías comer cualquier día? Mejor disfruta esos alimentos que solo aparecen en estas fechas.
A veces, media porción de tarta es suficiente para satisfacer el antojo. Puedes compartir el postre con alguien y disfrutar el doble.
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En resumen
No necesitas saltarte las reuniones, ni renunciar al postre, ni comer “como pajarito”. Solo necesitas:
- Comer más despacio
- Elegir platillos con intención
- Servirte porciones más pequeñas
Así podrás disfrutar de las comidas navideñas sin la molesta sensación de estar lleno todo el día.
Con información de HealthDay