Cómo el envejecimiento afecta a nuestros pies y qué hacer al respecto
Al igual que otras partes del cuerpo, nuestros pies son susceptibles a los efectos del envejecimiento. ¿Qué problemas pueden surgir a medida que avanzamos con los años?
Piensa hasta dónde te han llevado tus pies: es posible que hayas recorrido innumerables senderos, recorrido ciudades lejanas y perseguido sin cesar a tus hijos y nietos. El simple hecho de caminar puede suponer un desgaste anual de unos 970 kilómetros en los pies de un estadounidense medio, y este tipo de kilometraje puede acabar provocando diversos problemas en los pies.
Al igual que otras partes del cuerpo, nuestros pies son susceptibles a los efectos del envejecimiento, y algunos factores concretos pueden aumentar el riesgo en las mujeres. Después de los 50 años, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de sufrir problemas en los pies, como dolor articular, hundimiento del arco del pie, fracturas por estrés, fascitis plantar y juanetes.
Pero independientemente del sexo, los tejidos blandos de todas las personas se aflojan con el tiempo, lo que provoca más problemas en los pies, dicen los expertos de Harvard.
“A medida que envejecemos, nuestros tejidos se vuelven menos elásticos”, explica el Dr. Christopher Chiodo, jefe de cirugía de pie y tobillo en el Hospital Brigham and Women’s, afiliado a Harvard. “Debido a esto, podemos desarrollar pequeños desgarros en los tejidos blandos de nuestros pies, nuestros arcos pueden colapsar y podemos desarrollar otros problemas como tendinitis de Aquiles y fascitis plantar”.
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La buena noticia es que la mayoría de los problemas no son graves y pueden solucionarse con medidas simples:
Si el dolor en el pie dura más de una o dos semanas, es importante consultar a un podólogo o a un especialista en ortopedia de pie y tobillo. El dolor en el pie puede ser difícil de diagnosticar y enmascarar la gravedad de un problema.
Si bien algunos problemas en los pies son inevitables, la prevención es clave. Los ejercicios para estirar los pies, como el yoga y el taichí, pueden ayudar a prevenir muchos problemas, dice el Dr. Joseph Hartigan, jefe de podología del Brigham and Women’s Hospital.
También debes medirte el pie aproximadamente cada año, ya que los pies pueden ensancharse e incluso alargarse a medida que envejecemos, lo que afecta el tamaño del zapato. dice el Dr. Chiodo.
¡Cuida tus pies para que te sigan llevando a todas partes durante muchos años!
Con información de Banner Health