Los síntomas de un ataque isquémico transitorio (AIT) pueden desaparecer rápidamente, pero esto no significa que debas ignorarlo. Un AIT es una advertencia crucial: es una oportunidad para reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular completo.
¿Qué es un ataque isquémico transitorio AIT?
Un AIT es una falta temporal de flujo sanguíneo (y, por lo tanto, oxígeno) en una parte del cerebro. Estos episodios, a veces llamados ministrokes, son muy comunes, afectando a al menos 240,000 estadounidenses cada año. Durante un AIT, uno o más de los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro se bloquean, ya sea por placa o por un coágulo sanguíneo. Generalmente, la situación mejora en minutos, evitando daños permanentes en el cerebro.
Síntomas de un AIT
Los síntomas de un AIT son los mismos que los de un accidente cerebrovascular, pero duran solo unos minutos o horas. La American Stroke Association utiliza el acrónimo FAST para ayudar a identificar los signos de un AIT o un accidente cerebrovascular:
- F – Caída de la cara: Un lado de la cara puede caerse o parecer adormecido. Si la persona sonríe, la sonrisa puede ser desigual.
- A – Debilidad en el brazo: Un brazo puede sentirse débil o adormecido. Si levantas ambos brazos, uno puede caer.
- S – Dificultad para hablar: El habla puede ser arrastrada.
- T – Tiempo de llamar al 911: Si observas alguno de estos síntomas, llama al 911 de inmediato.
Un AIT nunca debe ser ignorado, ya que indica un alto riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular completo.
Riesgo de accidente cerebrovascular tras un AIT
Es crucial tomar un AIT muy en serio. Aunque los síntomas son temporales, el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular completo es significativamente mayor. Aproximadamente un tercio de las personas que sufren un AIT eventualmente tendrán un accidente cerebrovascular. El riesgo es más alto durante las primeras 48 horas: hasta el 10% de las personas con un AIT pueden sufrir un accidente cerebrovascular en un par de días.
Factores de riesgo
Tu riesgo de accidente cerebrovascular puede aumentar si presentas alguno de los siguientes factores:
- Diabetes tipo 2
- Edad de 60 años o más
- Hipertensión arterial
- Debilidad en un lado del cuerpo durante el AIT
- Problemas de habla durante el AIT
- Síntomas de AIT que duraron una hora o más
- Enfermedades cardíacas existentes (arterias severamente obstruidas o estrechas)
Medicamentos para reducir el riesgo de accidente cerebrovascular
Generalmente, no es necesario hospitalizarse tras un AIT, pero se te prescribirán ciertos medicamentos para reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular completo.
Medicamentos antiplaquetarios
Tu médico puede recomendarte medicamentos que previenen que las plaquetas (fragmentos celulares que ayudan a la coagulación sanguínea) se agrupan y obstruyan las arterias. Los medicamentos antiplaquetarios incluyen aspirina, clopidogrel (Plavix) y ticagrelor (Brilinta). A veces, se usan dos medicamentos antiplaquetarios juntos por un corto período, conocido como terapia antiplaquetaria dual.
Anticoagulantes
Si también tienes fibrilación auricular (un tipo de ritmo cardíaco irregular), tu médico puede recomendarte un anticoagulante. Estos medicamentos ayudan a prevenir la formación de coágulos sanguíneos. Los anticoagulantes orales directos (DOACs) como apixaban (Eliquis), dabigatran (Pradaxa), edoxaban (Savaysa) o rivaroxaban (Xarelto) son comúnmente prescritos.
Cambios de estilo de vida para prevenir un accidente cerebrovascular
Según los CDC, aproximadamente el 80% de los accidentes cerebrovasculares son prevenibles. Los siguientes cambios de estilo de vida pueden ayudar a reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular tras un AIT:
Dieta
Una dieta saludable basada en plantas, rica en vegetales de hojas verdes, granos integrales y legumbres, puede reducir el riesgo general de accidente cerebrovascular en aproximadamente un 10%. Los CDC recomiendan limitar la cantidad de sodio en la dieta para controlar la presión arterial y evitar grasas saturadas que elevan los niveles de colesterol.
Ejercicio
Los CDC recomiendan que todos los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana. Si esto parece abrumador, ten en cuenta que pequeñas ráfagas de ejercicio, como pasear al perro, también cuentan. Mantente activo tanto como sea posible; un estudio encontró que las personas que se sientan más de 13 horas al día tienen un 44% más de riesgo de accidente cerebrovascular.
Monitoreo y control de la presión arterial
La hipertensión es el factor de riesgo controlable número uno para el accidente cerebrovascular. Es crucial asegurarse de que tu presión arterial esté controlada. Esto incluye seguir una dieta baja en sodio, mantener un peso saludable, hacer ejercicio regularmente, limitar el alcohol y no fumar.
Reconociendo los signos de advertencia de un accidente cerebrovascular
Cuando se trata de un accidente cerebrovascular, cada segundo cuenta. Si tú o un ser querido experimentan alguno de los siguientes síntomas, llama al 911 de inmediato:
- Entumecimiento o debilidad repentina en un lado del cuerpo
- Confusión
- Dificultad para hablar
- Dificultad para ver
- Dificultad para caminar
- Dolor de cabeza severo y repentino
Para más información sobre los cambios de estilo de vida que puedes hacer para ayudar a prevenir un accidente cerebrovascular, consulta Stroke, un informe especial de salud de Harvard Medical School.