La técnica de filmación que hizo volar al actor Christopher Reeve en la película Superman (1978) se llama de proyección frontal y es similar a la de pantalla translúcida: la escena de fondo se proyecta en una pantalla situada detrás del actor pero no iluminada desde atrás sino por el frente.
Para superponer las tomas sin que se note, un proyector transmite una imagen de fondo de baja intensidad desde un espejo colocado en ángulo entre aquél y la cámara.
La imagen se refleja hasta ésta desde una pantalla cuya superficie está compuesta de cuentas de cristal que intensifican la señal. Como la luz viaja desde la pantalla en línea recta, la sombra del actor queda oculta por su propio cuerpo.
En las secuencias de vuelo del filme, Reeve era sostenido por un brazo hidráulico que sobresalía de la pantalla y que, al igual que su sombra, quedaba oculto a la cámara por su cuerpo.
Para crear la ilusión de movimiento y perspectiva se usaron lentes de distancia focal variable tanto en la cámara como en el proyector.
Uno de los pioneros de la proyección frontal fue el director Stanley Kubrick, que la utilizó magistralmente en 2001: Odisea del espacio (1968).
Escenas de acción creadas por cámaras en movimiento
Las secuencias de acción de La Guerra de las Galaxias (1977), en las que naves espaciales ultramodernas libran vertiginosos combates, se realizaron con modelos que nunca se movieron… La cámara fue la que efectuó los “vuelos”.
El supervisor de efectos John Dykstra quería evitar el derroche de tiempo y dinero que implicó filmar 2001: Odisea del espacio, cinta en la que se utilizaron modelos móviles y cámaras fijas.
Algunas escenas requirieron filmar los modelos cuadro por cuadro para poder incluir otros elementos, como los miembros de la tripulación de una nave y fondos de estrellas.
La solución de Dykstra fue montar los modelos de las naves en unos postes pintados de azul que no resaltarían contra la pantalla del fondo, que era de ese color.
La cámara, montada en una grúa rodante, se desplazaba a lo largo de una vía y podía girar, subir, bajar y ladearse en diversos ángulos para obtener tomas panorámicas increíbles y seguir objetos en todas direcciones.
Un sistema computarizado permitió filmar cada escena con precisión y sin tener que repetir tomas, además de incorporar, con toda la precisión requerida, los efectos de rayos láser, gases incandescentes, explosiones y fondos rutilantes.