¿Cómo funciona un sismógrafo?
Los sismólogos, o científicos especializados en el estudio de los terremotos, emplean múltiples y avanzados instrumentos en su investigación.
Pero su herramienta fundamental es el sismógrafo, aparato sumamente sensible capaz de detectar las vibraciones más leves de la tierra.
Los movimientos quedan registrados por medio de un punzón que traza una línea sobre un papel enrollado en un cilindro giratorio. (En algunos aparatos, la línea queda marcada por un rayo de luz finísimo enfocado sobre papel fotosensible.) Cuando no hay vibraciones, la línea es recta; los temblores pequeños originan ligeras oscilaciones, pero las grandes sacudidas producen amplios trazos hacia arriba y hacia abajo.
Cuando se registran ondas sísmicas de cierta intensidad, la comparación entre la amplitud de las ondas y el tiempo que tardaron en alcanzar diversas estaciones permite a los científicos determinar dónde se produjo el terremoto y su magnitud.
En 1935, un sismólogo norteamericano, Charles F. Richter, ideó una escala numérica para graduar la intensidad de los terremotos. Cada número sucesivo de la escala representa una decuplicación de la cantidad de energía liberada por un temblor. Un sismo de intensidad 2 libera diez veces más energía que otro de intensidad 1, y uno de intensidad 3 es diez veces más potente que otro de intensidad 2.
Los sismógrafos registran diariamente centenares de pequeños temblores, pero los de magnitudes inferiores a 2 no son percibidos por los sentidos humanos. No es probable que haya daños en las construcciones a menos que el terremoto supere la intensidad 5.
Los terremotos graves corresponden a la intensidad 7 y superiores. Los sismos verdaderamente devastadores son los que alcanzan magnitudes por encima de 8. Estos han sido los más terribles que han azotado el mundo en los últimos dos siglos:
Las personas solo “sienten” la parte más intensa del movimiento del suelo, pero el sismómetro percibe hasta el movimiento más insignificante que se da justamente cuando el sismo se inicia y cuando termina. ¿Pero cuánto dura?
Los sismos son fenómenos naturales que no se pueden predecir, pero tú sí puedes estar preparado para afrontarlo cuando suceda. Aquí te damos una guía para que sepas como reaccionar. ¡Prepárate!
Fuente: Los porqués de la Naturaleza, Forbes