Mereces abundancia… ¿en verdad funcionan los decretos?
Si eres una persona que está habituada a pensar de determinada manera, a través de los decretos se le enseña al cerebro a pensar distinto.
Platicamos con Georgina Cárdenas, terapeuta holística, quien nos explicó lo que en metafísica se llama decreto. En este terreno metafísico, los decretos son estados que funcionan como oraciones dirigidas a la reprogramación de nuestras mentes con el fin de conseguir nuestros anhelos.
Su propósito es el de transformar el patrón mental que ha estado dominando en el inconsciente.
Los decretos son parte de una totalidad así que por sí mismos no funcionan. “Es una herramienta como lo son las velas, el hoponopono (un arte hawaiano para perdonar) o ir al psicólogo. Son ayudas porque el ser humano está compuesto de distintos niveles: pensamiento, corazón y voluntad” explica Georgina a Selecciones.
Para que se cambie el hábito de pensamiento el decreto debe repetirse 21 días. Y esto tiene una explicación: durante largo tiempo el cerebro se enfocó en la supervivencia, así que poco a poco se le han ido enseñando otras cosas a través de cambios en la estructura.
“En el cerebro tenemos un elemento llamado guía, y esos cambios se hacen a través de las nuevas conexiones que se forman por medio de esa guía” precisa Georgina Cárdenas.
El decreto busca un cambio de estructura. “Si estoy habituado a pensar de determinada manera, a través de los decretos se le enseña al cerebro a pensar distinto”.
Para que los decretos funcionen hay ciertas reglas:
“Si lo crees, lo creas”, así funciona, así que si dudas un poco seguramente no lograrás lo que deseas” explica esta conferencista.
La oración siempre debe ser en presente (Merezco) porque el inconsciente no conoce la diferencia entre pasado, presente y futuro.
Echa mano de velas u otro objetos porque al inconsciente le encantan los símbolos. “Escribir el decreto también es simbólico; al escribirlo damos cierto poder y el cerebro, al visualizarlo, absorbe el decreto por otro sentido, el de la vista, no sólo por el oído”, señala la experta.
Los decretos que incluyen la palabra NO, pierden efectividad. “Recuerdo esa campaña muy famosa que decía NO A LA VIOLENCIA, frase que no funciona como decreto porque incluye una negación, lo que ocasiona que el cerebro descarta el no y se enfoca en la palabra violencia, y es a lo que le da poder”, explica Cárdenas.
El decreto funciona de forma universal, dice Georgina. “Tú decretas algo y en eso se enfoca tu cerebro y no sabes cómo se va a cumplir, pero si orientas tu energía en cosas no tan buenas pues se te cumplen con cosas no tan buenas”, puntualiza la escritora del libro ‘Sanar en el amor, el reto de las nueve puertas’, el cual escribió junto con la conferencista Tere Bermea.
“Considero que la abundancia puede disfrutarse solo cuando descansa entre las mieles de una conciencia tranquila”.
Se es o no abundante desde el pensamiento y es desde ahí que se manifiesta lo que mis abuelos llamaban el “dinero llama dinero” o, por el contrario, el “cuando naces pa’ maceta no sales del corredor”(como reza un dicho mexicano), dice Georgina.