Cómo ¡hip! quitar el ¡hip! hipo
Errores comunes que se cometen para tratar de quitar el hipo: comer o beber muy rápido y usar remedios caseros absurdos.
Errores comunes que se cometen para tratar de quitar el hipo: comer o beber muy rápido y usar remedios caseros absurdos.
El hipo ha sido parte de la literatura médica desde los tiempos de Hipócrates (siglo IV a. C.). En todos esos años, los médicos no han descubierto exactamente qué es lo que lo provoca. Por supuesto, no se han hecho muchos estudios serios al respecto porque este aparece repentinamente y suele ser muy breve, lo que dificulta su observación.
Lo único que podrías hacer para evitarlo es tratar de no comer o beber demasiado rápido. Por lo visto, el hipo benigno y que desaparece por sí solo, a diferencia del persistente o “intratable”, es detonado por comer en exceso o tomar bebidas carbonatadas y alcohólicas. Esto provoca distensión en el tracto digestivo, lo cual activa las ramas gástricas del nervio vago o estimula directamente el diafragma, causando espasmos.
Un cambio repentino en la temperatura corporal o un alto nivel de estrés también podrían detonarlo.
Cuando los movimientos del músculo pierden el ritmo, grandes bocanadas de aire llenan rápidamente los pulmones y la garganta se cierra. El “¡hip!” es causado por una ráfaga de aire cuando las cuerdas vocales se cierran de golpe.
Hay infinidad de remedios caseros de eficacia variable para eliminar esta molestia. El médico Charles Mayo, uno de los fundadores de la Clínica Mayo, dijo: “No existe enfermedad que haya tenido más tratamientos y menos resultados por estos que el hipo persistente”. Los siguientes tienen al menos un poco de verosimilitud científica y probabilidad de funcionar:
Respirar dentro de una bolsa de papel hace que el hiposo absorba más dióxido de carbono, y esto ayuda a regular la respiración. Pero hazlo con precaución: podrías marearte. Y nunca lo intentes con una bolsa de plástico. Si no tienes una bolsa de papel, solo aguanta la respiración.
Beber agua del lado opuesto del vaso hace que el cuello se extienda y estimula el nervio vago en el cerebro, lo que ayuda a pasar la respiración.
Si no te importa verte un poco ridículo, métete un dedo en cada oreja. Esto estimula el nervio vago, que va del cerebro al abdomen, y controla el movimiento convulsivo.
Pasa un hisopo de algodón suavemente por tu paladar. El cosquilleo detendrá el espasmo que provoca el hipo.
Los expertos médicos indican que estos tratamientos podrían funcionar… o tal vez solo te distraigan hasta que tu diafragma vuelva por sí mismo a su ritmo normal.
Hace poco, una estudiante de 13 años originaria de Connecticut, presentó un registro de patente para producir una línea de paletas que curan el hipo llamada Hiccupops. Basó el concepto en su proyecto de ciencias. Si no quieres esperar a que abra su empresa, hazte una mezcla casera: revuelve vinagre de manzana y azúcar.
Se dice que la preparación sobreestimula los nervios que causan el reflejo del hipo, y una cucharadita basta para curarte.