Cómo identificar si tu perro tiene una afección cardiaca
Seguramente quieres que tu perro esté junto a ti durante toda la vida. ¿Qué puedes hacer para aplazar más el momento en el que tengan que despedirse?
Si bien un perro tiene una esperanza de vida que oscila entre los 10 y los 16 años de edad, existen diversos factores —como la alimentación, la raza, estilo de vida, la prevención de enfermedades y cuidados a su salud— que son clave para determinar cuánto vivirán.
Al igual que los humanos, un perro también es propenso a sufrir patologías degenerativas del corazón, como por ejemplo la Insuficiencia Cardiaca Congestiva (ICC) que pone en juego su tiempo y calidad de vida.
Este problema tiene una mayor incidencia cuando el perro llega a una edad avanzada, es decir, a partir de los 7 años de edad, explica Felipe Bedoya, médico veterinario y gerente técnico de Boehringer Ingelheim Animal Health México. Sin embargo, existen otros factores como la genética, falta de ejercicio, razas y tallas predispuestas que pueden ser causantes de que se presente dicha enfermedad.
La ICC provoca que el corazón sea incapaz de bombear la sangre necesaria a todo su cuerpo en un ritmo óptimo y, por ende, ocasiona problemas como dificultad para respirar, cansancio, arritmias, desmayos, tos frecuente, soplos cardiacos y hasta la muerte.
El especialista señaló que es importante mantenerse atentos a dichos cambios y dirigirse inmediatamente al médico veterinario en caso de observar la presencia de una o varias señales.
Resaltó que la ICC en perros es un padecimiento que, detectado a tiempo, puede ser controlado, así que nuestros compañeros peludos puedan vivir más y mejor.
Es importante conocer todas aquellas enfermedades que están directamente relacionadas con la ICC en un perro. Por lo cual, Felipe Bedoya expuso que los veterinarios son quienes se encargarán de diagnosticar cuál patología es la causante. Mencionó que las más comunes son la Cardiomiopatía Dilatada (CMD) y la Enfermedad de la Válvula de Mitral (EVM).
Cabe señalar que, tanto la CMD como la EVM, no suelen mostrar síntomas al principio y progresan lentamente, por lo que las visitas rutinarias al médico veterinario, por lo menos una vez al año, juegan un papel fundamental para la prevención y cuidados del perro antes de que se encuentre en etapas críticas.
En la actualidad existen tratamientos de fácil administración que retrasan la aparición de signos clínicos y controlan la Insuficiencia Cardiaca Congestiva, aumentando la esperanza de vida de las mascotas enfermas, e incluso, con la capacidad de mostrar resultados desde la primera semana de administración dependiendo de la condición del perro.
De acuerdo con un estudio en cardiología canina llamado EPIC, el tratamiento de la EVM en etapa preclínica con un agente terapéutico de acción dual (inotrópico y vasodilatador) retrasa el inicio de la ICC en perros.