Cómo lavar la lechuga correctamente (y cómo secarla)
Una guía para que tu lechuga sea segura para comerla. Y si compras de la que viene empaquetada, ¿es necesario enjuagarla antes de consumirla?
Sabes por qué necesitas comer tus vegetales, pero ¿lavarlos? En eso puedes estar un poco más perdido. ¿Con cuánto cuidado debes enjuagar la lechuga? Y ¿exactamente qué tan limpias están esas bolsas prelavadas de espinaca y otros vegetales?
Lo entendemos: es confuso. Pero saber cómo lavar la lechuga es importante para la seguridad de tus alimentos. Al igual que la carne y las aves pueden contener patógenos que te enfermen, las frutas y verduras pueden ser una fuente de enfermedades de contaminación cruzada.
Lavar tus vegetales antes de comerlos es una manera de mantenerte a salvo. Sigue leyendo para saber cómo lavar tu lechuga correctamente, más otras buenas prácticas para poder hacer esta ensalada de lechuga, manzana y piña.
Microbios dañinos pueden contaminar los productos agrícolas en las diferentes etapas del proceso de producción, incluyendo cuando están en la tierra o una vez que están empaquetados y almacenados, según investigación en los diarios Applied and Environmental Microbiology y Food Microbiology.
Puedes tener un mayor riesgo de enfermarte por productos contaminados, incluyendo lechuga y verduras de hoja verde, porqué no están cocidos como otros alimentos.
De hecho, la mitad de los reportes sobre contaminación cruzada—tanto en Estados Unidos como globalmente, van enlazados con productos, dice Sanja Ilic, una especialista en seguridad alimenticia y profesora de nutrición en la Universidad Estatal de Ohio. En el 2019/2020 solamente, tres brotes multiestatales de intoxicación alimenticia fueron asociados con verduras de hoja verde, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Las personas que tienen un mayor riesgo de intoxicación alimenticia, incluyendo los adultos mayores, niños pequeños, personas con sistemas inmunitarios debilitados y mujeres embarazadas, necesitan ser especialmente diligentes sobre consumir productos bien lavados, de acuerdo a una investigación de Foodborne Pathogens and Disease.
¿Por qué el riesgo extra con alimentos que solemos asociar con beneficios de salud? La cocción puede matar patógenos, y las personas suelen comer verduras de hoja verde. Así que lavar frutas y verduras es una primera línea de defensa importante contra enfermedades por contaminación cruzada.
Vamos a afrontarlo, comer suficientes vegetales es difícil. Lavarlos y limpiarlos rigurosamente puede ser otra barrera para incorporar verduras de hoja verde en tu dieta. Las compañías de alimentos han tratado de hacer nuestras vidas un poco más fácil al prelavar la lechuga. La idea es que podamos simplemente arrojar los vegetales en un tazón, añadir algunos extras, verter un poco de aderezo, y tener una ensalada rápida y nutritiva lista en minutos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) dice que las verduras de hoja verde prelavadas no tienen que ser vueltas a lavar en casa, pero ¿la lechuga prelavada está realmente limpia? Eso depende en tu definición, por supuesto. Según información en el diario Food Microbiology, la efectividad de la lechuga prelavada en cargas bacteriales depende del tipo de verdura y el número de bacterias presentes antes de lavarse.
Cuando investigadores en la Universidad de California Riverside estudiaron las hojas de espinaca prelavadas, descubrieron que la cobertura de la hoja afectaba la contaminación. Reportando en el diario Food Microbiology, dijeron que las grietas en las hojas de la espinaca podrían reducir la habilidad de acceso a la superficie completa de la hoja a las soluciones de sanitización.
Otro estudio, publicado en International Journal of Food Microbiology, encontró que la efectividad del prelavado también tiene que ver con el agente de limpieza. Pero ten en mente que por el lavado no es la única consideración cuando se trata de la seguridad alimenticia de la lechuga empaquetada.
Investigación en USDA Agricultural Research Service sugiere que la temperatura de almacenaje impacta en el crecimiento bacterial dentro de los contenedores de lechuga empaquetada.
Al esperar que nuestras verduras de hoja verde prelavadas estén libres de bacterias, tal vez estamos perdiendo el punto. Karl Matthews, un jefe de departamento de ciencia de los alimentos en la Universidad Rutgers, dice que la limpieza comercial de la lechuga se supone que debe lavar el producto de cualquier tierra o residuo, no específicamente deshacerse de las bacterias en el producto en sí.
Existe una mezcla de sanitizante y agua para lavar. Aún así, se utiliza para limitar el potencial de contaminación cruzada por bacterias que pueden existir en el agua en sí, dice Matthews, Ilic está de acuerdo. “Los productores no lavan la lechuga para eliminar los patógenos“, dice. “Como sea, lavar correctamente eliminará la contaminación en masa del producto”.
Mientras que las personas enjuagan los vegetales con agua, soluciones sanitizantes—lejía, cloro, agua modificada, u otros agentes desinfectantes pesados—podrían ayudar a eliminar las bacterias de las hojas. Esto es lo que los estudios publicados en Food Microbiology y International Journal of Food Microbiology descubrieron.
Si te preocupa comer verduras de hoja verde que han sido lavadas con químicos, no lo hagas. El cloro es un sanitizante de lechuga común, y tanto Ilic como Matthews dicen que generalmente no hay problema con esta práctica.
“Si se utiliza de manera correcta, no existen consecuencias de salud“, dice Ilic. El agua es monitoreada durante el lavado para determinar los niveles residuales de cloro, dice Matthew. No suele quedar más cloro en una hoja de lo que podríamos encontrar en el agua potable.
Así que aunque parezca que el veredicto sigue en la limpieza de la lechuga prelavada, considera que el sanitizante podría hacer un mejor trabajo reduciendo la carga bacterial que el agua de la llave que utilizamos en casa. Matthews añade que siempre existe un riesgo a producir consumo, ya sea por el lavado o no. Pero la industria está trabajando para mitigar estos riesgos.
La respuesta para eso depende en el tipo de verduras que has comprado. Y también si ¿han sido prelavados?
Considerando todas las cosas, podría no valer la pena lavar tus vegetales prelavados. Hacerlo seguramente no reducirá el potencial de exposición a las bacterias. De hecho, existen muchas posibilidades de que las bacterias que sobrevivieron el proceso de lavado químico también sobrevivan tu enjuague casero con agua.
Como dijimos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dice que no debes de enjuagar las verduras de hoja verde prelavadas y exponerlas al agua podría hacer que se pudran más rápidamente“. Evitar lavar los productos preempaquetados puede prevenir que el exceso de agua tenga contacto con el producto, lo cual puede llevar a aceleración en el proceso de patógenos y putrefacción“, dice Ilic.
Si decides pasar de la lechuga prelavada—por ejemplo, si compraste lechuga de tu mercado local—Ilic recomienda lavarlos en casa. Y trata de comerlos lo más cercano posible a la fecha de compra poco después de haberlas lavado en casa. Esto limitará la cantidad de tiempo en el que las bacterias pueden crecer, sugiere una investigación en Italian Journal of Food Safety.
Y aunque puede ser tentador pre-cortar la lechuga en un intento de hacer la preparación de alimentos más fácil, resístete a este deseo. Las bacterias normales puede crecer en la superficie cortada de las hojas, dice Matthew, y la lechuga intacta seguramente durará más tiempo. Él sugiere guardar la lechuga lejos de productos que puedan causar contaminación, como la carne, aves y pescado.
Si no has comprado lechuga prelavada y buscas comprarla sin lavar de una tienda o mercado, aquí hay algunos pasos simples que puedes tomar para asegurarte de que lo estás haciendo correctamente. Primero, ten en mente que ningún método de lavado eliminará completamente todos los microorganismos encontrados en nuestra comida, así que la meta aquí es hacer tu mejor práctica de manipulación de alimentos.
Empieza por lavar tus manos por al menos 20 segundos con agua y jabón antes (y después) de manipular tus productos y verduras de hoja verde, según la FDA.
Deshazte de cualquier hoja dañada que podría ya estar en mal estado. Estas pueden servir como vías para que las bacterias habiten en los alimentos, según investigación en el diario Food Microbiology.
Las hojas exteriores de las verduras de hoja verde podrían ser más susceptibles a la contaminación que las hojas interiores, dado su contacto directo con el ambiente y los manipuladores de alimentos. También puedes desecharlos para prevenir más exposición a las bacterias dañinas.
Pon las verduras de hoja verde bajo el agua. Los CDC también recomiendan utilizar tus manos para limpiar las hojas para deshacerte de tierra o restos orgánicos.
Ni la FDA o los CDC recomiendan utilizar jabón, detergente, soluciones con cloro, productos de lavado, o desinfectante para lavar tu producto. Apégate al agua natural, una recomendación qué Ilic y Matthews refuerzan
También puedes tratar de añadir algo de vinagre o jugo de limón en una solución de agua, pero según los CDC, no hay evidencia de que esto ayuda a quitar las bacterias mejor que el agua de la llave.
Tras secar tu lechuga, simplemente sécala con una toalla de papel o trapo limpio. Puedes utilizar centrifugador de ensalada primero o después de secarla en la superficie absorbente. Sólo asegúrate de que esté limpio.
Estas son algunas de otras mejores prácticas para mantener en mente cuando laves y seques tu lechuga:
Las verduras de hoja verde son una parte esencial de una dieta saludable, y la mayoría no consume suficientes. Saber cómo lavar y secar la lechuga para prevenir intoxicación alimenticia puede ayudar a que más personas se sientan cómodas consumiendo verduras de hoja verde y recibiendo suficiente de los nutrientes clave que brindan.
Tomada de rd.com How to Wash Lettuce Correctly (and Dry It)