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¿Lo Sabías?, Salud

Cómo piensa una persona con trastorno bipolar, explica un médico experto

Según datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) , 40 millones de personas en todo el mundo padecen trastorno bipolar. El trastorno bipolar, antes conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es un trastorno de...

 | enero 20, 2025 1:47 pm

Según datos compartidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) , 40 millones de personas en todo el mundo padecen trastorno bipolar. El trastorno bipolar, antes conocido como enfermedad maníaco-depresiva, es un trastorno de salud mental que se caracteriza por cambios extremos del estado de ánimo que incluyen altibajos emocionales (manía o hipomanía) y depresiones (depresión).

 El Dr. Stephen Ferber, psiquiatra certificado y director adjunto del Programa de Resistencia al Tratamiento Psiquiátrico de la Clínica Cleveland, ayuda a arrojar luz sobre cómo piensa una persona con trastorno bipolar a alguien que puede estar tratando de comprender los desafíos emocionales y mentales que pueden enfrentar las personas con esta afección. El Dr. Ferber dice que estos cambios de humor pueden influir profundamente en los pensamientos, las percepciones y los comportamientos de una persona, lo que a menudo hace que sus experiencias sean difíciles de comprender para los demás.

A continuación, el Dr. Ferber comparte sus conocimientos prácticos sobre las experiencias internas de las personas con trastorno bipolar, así como tratamientos y estrategias de apoyo.

Cómo piensa una persona con trastorno bipolar

¿Qué es el trastorno bipolar?

Según el Dr. Ferber, “el trastorno bipolar es una enfermedad psiquiátrica que comprende dos características principales”, que incluyen episodios de depresión y episodios de manía o hipomanía.

Durante los episodios depresivos, las personas pueden experimentar síntomas como tristeza persistente, falta de energía y dificultad para concentrarse. Si bien estos episodios se parecen a los que se observan en el trastorno depresivo mayor, lo que distingue al trastorno bipolar es la aparición de episodios maníacos o hipomaníacos.

Los episodios maníacos se caracterizan por un estado de ánimo exaltado, un aumento de energía o un comportamiento impulsivo, mientras que los episodios hipomaníacos son menos graves pero comparten características similares. Estos episodios pueden durar días o semanas y suelen ir seguidos de un retorno a un estado emocional basal o de una transición a la depresión.

El Dr. Ferber explica que el objetivo principal de los médicos es primero controlar y reducir la intensidad de los síntomas depresivos y maníacos cuando surgen. Una vez que esos síntomas se han abordado por completo, el énfasis pasa a minimizar la probabilidad de futuros episodios y a apoyar la estabilidad emocional a largo plazo.

¿Qué causa el trastorno bipolar?

“Desafortunadamente, no sabemos exactamente qué lo causa”, dice el Dr. Ferber. “Hay diversos factores”. La psiquiatría como campo aún está evolucionando en su comprensión de cómo interactúan el cerebro y la mente. “Lo que estamos empezando a entender ahora es que cada condición psiquiátrica o de salud mental, incluido el trastorno bipolar, probablemente esté causada por un trastorno en las redes neuronales”, explica.

Las redes neuronales son regiones del cerebro que se activan o desactivan juntas. Los síntomas psiquiátricos pueden surgir cuando estas redes están hiperactivas, hipoactivas, se activan en patrones inadecuados o reaccionan a estímulos inadecuados. El trastorno bipolar, al igual que otras afecciones de salud mental, implica anomalías en estas redes.

Las investigaciones indican irregularidades en regiones específicas del cerebro, como la corteza cingulada anterior dorsal, la corteza prefrontal ventromedial y las estructuras centrales del tronco encefálico. Estas regiones están asociadas con la regulación del estado de ánimo y la producción de sustancias químicas como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina. El Dr. Ferber aclara que, si bien sabemos que estas áreas y sus conexiones están involucradas, aún no se comprenden por completo los mecanismos precisos de la disfunción.

Tipos de trastorno bipolar

El trastorno bipolar suele clasificarse en dos tipos principales: bipolar I y bipolar II. El trastorno bipolar I se caracteriza por episodios maníacos graves que pueden requerir hospitalización, a menudo acompañados de episodios depresivos. Por el contrario, el trastorno bipolar II implica un patrón de episodios depresivos y episodios hipomaníacos más leves que no alcanzan la intensidad de la manía total.

Sin embargo, la realidad es más matizada de lo que sugiere esta clasificación binaria.

El Dr. Ferber destaca que el trastorno bipolar se presenta en un espectro. En el extremo más grave, los síntomas como el comportamiento de riesgo y los períodos prolongados sin dormir hacen que la afección sea evidente. En el extremo más leve, los síntomas pueden ser sutiles y más difíciles de identificar, lo que a menudo conduce a diagnósticos erróneos como el trastorno depresivo mayor, que puede retrasar el tratamiento adecuado.

Cómo piensa una persona con trastorno bipolar

El Dr. Ferber recomienda replantear esta pregunta para evitar generalizaciones amplias sobre las personas con trastorno bipolar. En cambio, es más preciso centrarse en los síntomas que pueden experimentar las personas.

El trastorno bipolar es un trastorno mental complejo y muy personal, y no hay dos personas que lo experimenten de la misma manera. Como el trastorno bipolar es episódico, los cambios en el pensamiento y el comportamiento suelen ocurrir durante episodios específicos, como la manía o la depresión. Estos cambios son síntomas del trastorno, no un reflejo de la identidad central de la persona.

Los síntomas pueden variar ampliamente, incluyendo mayor energía, pensamientos acelerados y toma de decisiones impulsiva durante la manía, hasta fatiga abrumadora, desesperanza y dificultad para concentrarse durante la depresión.

Cómo piensa una persona con trastorno bipolar durante un episodio maníaco

El Dr. Ferber comparte algunos ejemplos de lo que puede ocurrir durante un episodio maníaco:

  • Estado de ánimo elevado o eufórico: Un episodio maníaco suele considerarse lo opuesto a la depresión. Según el Dr. Ferber, “en un episodio maníaco, las personas suelen tener un estado de ánimo elevado, si no eufórico”. Los síntomas de la manía suelen desarrollarse gradualmente a lo largo de días o semanas. Esta progresión lenta puede dificultar su reconocimiento, especialmente si el inicio es sutil.
  • Niveles de energía inusualmente altos: Las personas pueden experimentar un aumento repentino de energía y, a menudo, realizar numerosas tareas a la vez. Esto puede incluir comenzar nuevos proyectos, limpiar o reorganizar su casa o departamento.
  • Pensamientos grandiosos o atípicos: Las personas que se encuentran en un estado maníaco pueden exhibir conductas que no son habituales en ellas. El Dr. Ferber explica: “Uno de los rasgos distintivos es la participación en conductas que no son habituales para ellas, ya sea gastar mucho dinero, apostar, conducir rápido o participar en actividades recreativas como el consumo de drogas que normalmente no harían”.
  • Episodios hipomaníacos: Las formas más leves de manía, conocidas como episodios hipomaníacos, pueden ser menos notorias. “Puede parecer que la persona es extremadamente productiva en el trabajo, tal vez duerme unas horas menos, por lo que puede que no sea particularmente notorio”, agrega.

Cómo piensa una persona con trastorno bipolar durante un episodio depresivo

El Dr. Ferber explica que los episodios depresivos implican una variedad de síntomas que pueden alterar la vida diaria, entre ellos:

  • Períodos de bajo estado de ánimo: Sentirse persistentemente deprimido, triste o emocionalmente agotado.
  • Anhedonia: La incapacidad de disfrutar de actividades que antes traían felicidad o placer.
  • Bajos niveles de energía: Dificultad para encontrar la motivación o la fuerza para las tareas cotidianas.
  • Dificultad para dormir: Dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o experimentar un sueño intranquilo e insatisfactorio.
  • Desafíos cognitivos: Incapacidad para concentrarse, enfocarse o planificar, lo que puede hacer que la toma de decisiones y la resolución de problemas resulten abrumadoras.
  • Sentimientos de culpa: A menudo acompañados de auto-culpa o una sensación persistente de inutilidad.
  • Sentimientos de desesperanza: Una sensación profunda de que las circunstancias nunca mejorarán.
  • Pensamientos suicidas: En el peor de los casos, pensamientos de no querer estar vivo más, que requieren atención médica profesional inmediata.

Lo que la mayoría de la gente no entiende sobre el trastorno bipolar

Un error común sobre el trastorno bipolar es confundirlo con otras afecciones de salud mental que comparten síntomas similares. Por ejemplo, “las afecciones que a menudo se etiquetan como trastorno bipolar, pero no lo son, incluyen el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) y el trastorno límite de la personalidad”, explica el Dr. Ferber. “El trastorno límite de la personalidad, en particular, tiene muchos síntomas que se superponen con el trastorno bipolar, pero representa un curso más crónico y es menos episódico”.

Otra fuente de desinformación es la creencia de que el trastorno bipolar se puede curar por completo. Muchos suponen que es comparable al tratamiento de la neumonía: tomar antibióticos, recuperarse y desaparecer. Sin embargo, este no es el caso. El trastorno bipolar se entiende mejor como una enfermedad crónica, similar a la enfermedad de Crohn. Si bien los tratamientos, como la medicación y la terapia, pueden llevar a períodos prolongados de vida sin síntomas, la enfermedad subyacente persiste y requiere un control continuo.

Y añade: “Incluso cuando una persona no presenta síntomas activos, siempre tendrá un riesgo no nulo de experimentar otro episodio de depresión o manía”.

Cómo se trata el trastorno bipolar

“Los pilares del tratamiento del trastorno bipolar son las opciones de intervención, los medicamentos y varios tipos de psicoterapia”, afirma el Dr. Ferber. Las estrategias de tratamiento dependen del estado actual del individuo (si se encuentra en un episodio maníaco o depresivo) y tienen como objetivo abordar los síntomas inmediatos y prevenir futuras recaídas.

Episodios maníacos agudos

Si alguien está experimentando un episodio maníaco agudo, es decir, si se encuentra en medio de uno, el tratamiento suele comenzar con estabilizadores del estado de ánimo. Estos tratamientos de primera línea incluyen medicamentos como el litio, el ácido valproico y la oxcarbazepina.

Depresión bipolar

El tratamiento de la depresión bipolar puede ser más complicado. “Solo hay cinco medicamentos aprobados por la FDA indicados específicamente para esa enfermedad”, afirma el Dr. Ferber. Entre ellos se encuentran la cariprazina, la lurasidona, la lumateperona, la quetiapina y una combinación de olanzapina y fluoxetina.

Gestión a largo plazo

Una vez abordados los síntomas agudos, el enfoque se centra en minimizar el riesgo de recaída. Esto implica una terapia de estabilización del estado de ánimo continua. El litio, por ejemplo, es una opción ampliamente utilizada que ayuda a reducir la probabilidad de episodios tanto maníacos como depresivos.

“Lo ideal es que las personas tomen la menor cantidad posible de medicamentos y en la dosis más baja que necesiten para estar felices y saludables”, enfatiza.

Enfoques intervencionistas

Si bien los medicamentos son un componente importante del tratamiento del trastorno bipolar, no son la única opción. “Mi área de especialización es lo que se denomina psiquiatría intervencionista, que básicamente incluye todas las opciones sin medicación ni terapia para diversos trastornos psiquiátricos resistentes al tratamiento”, afirma el Dr. Ferber. Los tres enfoques intervencionistas principales incluyen:

  • Terapia electroconvulsiva (TEC): Eficaz tanto para tratar como para prevenir episodios maníacos y depresivos.
  • Estimulación magnética transcraneal (EMT): Se utiliza principalmente para la depresión bipolar. Aunque no está aprobada por la FDA para este uso específico, hay cada vez más evidencia de sus beneficios, aunque la aprobación de las compañías de seguros puede ser un obstáculo.
  • Ketamina (spray intranasal o infusión intravenosa): Otro tratamiento prometedor para la depresión bipolar, aunque enfrenta desafíos de seguro similares a los de la TMS.

Los medicamentos no son suficientes

El Dr. Ferber también señala que, cuando se trata de tratar el trastorno bipolar o la depresión resistente al tratamiento, los medicamentos a menudo no son suficientes. “Si lo analizamos desde una perspectiva puramente numérica, los medicamentos no funcionan muy bien”, comparte, y señala que muchos medicamentos tienen una tasa de éxito de solo uno de cada tres. Por este motivo, alienta encarecidamente a los pacientes a explorar opciones no farmacológicas para el trastorno bipolar, como la terapia electroconvulsiva (TEC), la estimulación magnética transcraneal (EMT) y la terapia con ketamina.

Sin embargo, el acceso puede ser un desafío importante, ya que muchos de estos tratamientos están disponibles principalmente en grandes sistemas de salud académicos ubicados en importantes áreas metropolitanas, lo que los hace inaccesibles para algunos pacientes.

“Nuestro objetivo es la remisión, lo que significa que queremos que los pacientes tengan una ausencia total de síntomas cuando terminen el tratamiento”, afirma. “Si eso no se logra, insto a los pacientes, a sus familiares y a los proveedores que los derivan a que sigan intentándolo y no se conformen con nada menos que eso”.

Cómo apoyar a las personas con trastorno bipolar

Apoyar a un ser querido con trastorno bipolar implica paciencia, comprensión y trabajo en equipo. Comience por estar presente y alentarlo a que siga comprometido con su plan de tratamiento, incluso cuando se sienta mejor y piense que ya no necesita medicación. Saltarse la medicación puede aumentar el riesgo de recaída y, si bien los efectos secundarios pueden ser un desafío, el tratamiento constante es esencial para la remisión.

Para ayudar a combatir los sentimientos de aislamiento que suelen acompañar a la depresión, considera la posibilidad de participar en actividades conjuntas, como ejercicio, meditación o técnicas de relajación. Estas experiencias compartidas pueden brindar apoyo emocional y promover un sentido de conexión. Cuando la persona lo acepta, la participación familiar puede ser una parte clave de la recuperación. Y no solo depende de la familia y los amigos apoyar al paciente. El equipo médico desempeña un papel importante en la optimización de los planes de tratamiento para minimizar los efectos secundarios y reducir el riesgo de recaída, concluye el Dr. Ferber.

Tomado de The Healthy.com How a Person with Bipolar Disorder Thinks, an Expert Doctor Explains