Los efectos que el alcohol tiene en tu cuerpo varían según la cantidad, el momento y la manera en que lo consumas. Tanto tu salud, talla, edad y sexo como lo que hayas comido previamente influyen. Si bien los efectos del alcohol se pueden sentir en todo el cuerpo, esta bebida afecta a algunos órganos más que a otros.
Se necesitan alrededor de cinco minutos para sentir los efectos de una bebida. Cuando bebes, el alcohol pasa del estómago al intestino delgado, donde el torrente sanguíneo comienza a absorberlo.
La cantidad de alcohol en la sangre, denominada concentración de alcohol en sangre o contenido de alcohol en sangre (alcoholemia), se mide en porcentaje y se puede obtener mediante una prueba de orina, aliento o sangre.
Una vez que ingresa al torrente sanguíneo, el alcohol se traslada por el organismo y afecta a todas las células que contienen agua, que son la mayoría. El hígado comenzará a liberar una enzima llamada deshidrogenasa alcohólica (ADH), que descompone el alcohol a una velocidad de aproximadamente una unidad por hora.
El alcohol estimula las neuronas y glándulas suprarrenales, lo que te produce una sensación inicial de relajación y te hace sentir más amigable y sociable. Sin embargo, es importante recordar que, en realidad, el alcohol es depresor del sistema nervioso central; esto significa que vuelve más lento tu sistema nervioso, lo que influye en tu juicio y en la velocidad en que procesas información.
Algunos de los factores principales que influyen en la manera en que procesas el alcohol son los siguientes:
El alcohol interfiere en las vías de comunicación del cerebro y puede afectar al funcionamiento de este órgano. Estas perturbaciones pueden entorpecer tus sentidos y ocasionar pérdida de coordinación, lo que puede generar accidentes. El alcohol actúa como un depresor del sistema nervioso central. En otras palabras, vuelve más lento tu sistema, tu capacidad para procesar la información y tu capacidad de reacción.
Esto hace que sea más difícil pensar con claridad y también puede afectar tu juicio, lo que puede ocasionar que te pongas a ti mismo y a otros en situaciones de peligro.
Tu hígado es el responsable de descomponer todo el alcohol que consumes. Libera una enzima denominada deshidrogenasa alcohólica (ADH), que convierte el alcohol en moléculas que el cuerpo absorbe o elimina.
Las personas metabolizan el alcohol en diferentes índices, según la cantidad de enzimas ADH que produce el hígado. Por lo general, las mujeres tienen valores más bajos de ADH que los hombres, por lo que asimilan el alcohol más lentamente que ellos, lo cual es una de las razones por las que se recomienda que consuman menor cantidad de unidades.
Si las personas tienen muchas menos enzimas ADH en su organismo, beber puede causarles enrojecimiento del rostro y una sensación de calor incómodo, comúnmente llamado “el efecto de enrojecimiento”. Estos casos se dan particularmente en personas de ascendencia asiática.
En una persona promedio, el cuerpo necesita alrededor de una hora para procesar una unidad de alcohol. No hay nada que puedas hacer para acelerar este proceso. No hay nada que puedas hacer para acelerar este proceso.
El hígado solo puede procesar una determinada cantidad de alcohol en un período determinado. Si consumes alcohol a un ritmo más rápido, es posible que tu organismo se sature y el contenido de alcohol en sangre (alcoholemia) se incremente. Esto puede llevar a una intoxicación grave con alcohol, que puede provocar pérdida de la conciencia, coma o la muerte.
El consumo de alcohol en exceso también puede generar esteatosis hepática (también conocida como hígado graso), hepatitis alcohólica, fibrosis y cirrosis, que pueden dañar el hígado de manera irreversible.
El consumo excesivo de alcohol puede causar hipertensión y ponerte en riesgo de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular. Beber mucho puede provocar ritmo cardíaco irregular (arritmia) y, con el tiempo, debilitar los músculos del corazón. Esto también se conoce como miocardiopatía y puede causar muerte prematura.
Sin embargo, investigaciones han demostrado que el consumo de alcohol en cantidades moderadas a mediana edad o por parte de adultos mayores está asociado con un riesgo menor de sufrir cardiopatía coronaria. Consulta a tu médico si tienes preguntas sobre los efectos del consumo de alcohol en tu corazón.
No se recomienda que nadie empiece a beber alcohol por posible beneficio a la salud o efectos protectores.
Algunas investigaciones demuestran que, en comparación con mujeres que no consumen alcohol, aquellas que consumen cualquier cantidad de alcohol tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama.
Fuente: DrinkIQ
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