Cerca de 100,000 personas -en su mayoría adolescentes y jóvenes- acudieron al popular distrito de Itaewon, en el centro de Seúl, un barrio con callejones estrechos y empinados a celebrar Halloween, cuando la situación se escapó de control y se volvió una tragedia.
Medios locales informaron que una gran multitud comenzó a empujar en un callejón estrecho y con pendiente. Esto produjo la caída de varias personas, lo que provocó un desmoronamiento en cadena.
En algunos vídeos, se apreció a una multitud atrapada en el callejón, de unos cuatro metros de ancho y 45 de largo, en donde no cabía un alfiler y se movía a oleadas, con gente cayendo “como fichas de dominó”, según algunos testigos.
Otros muestran a personas que son evacuadas a rastras dejando a su paso máscaras y complementos de sus disfraces, mientras que varios de los presentes practican maniobras de reanimación a las víctimas que se amontonan sobre el pavimento.
“La gente comenzó a empujar desde atrás, era como una ola. No había nada que pudieras hacer”, contó en sus redes Nuhyil Ahammed, de 32 años, también atrapado en el lugar de la tragedia. “No he podido dormir, todavía puedo ver a la gente muriendo delante mío”. La cantidad de gente congregada también dificultó el acceso a la zona de ambulancias y otros vehículos de emergencia.
Si no tienes la altura suficiente para ver en perspectiva cuánta gente hay a nuestro alrededor, o si no alcanzas a ver toda la totalidad, lo mejor es observar cómo se desplaza la multitud.
“La multitud deja de moverse como un grupo de gente donde cada individuo tiene autonomía y puede controlar sus movimientos, a actuar como si fuese un fluido”, le explica a BBC Mundo Martyn Amos, experto en multitudes y profesor de ciencias de la computación y la información de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido.
“Las personas se vuelven escencialmente partículas que están a merced de la física, más que en función de sus propias decisiones. Y ahí es cuando la situación se torna peligrosa“.
Amos explica que en los videos del incidente en Seúl se puede apreciar lo que se conoce como terremotos o turbulencias de las masas.
Estas son olas de movimiento que se producen cuando las personas que están en la periferia de la aglomeración -y no saben qué es lo que está ocurriendo más adelante- empujan para avanzar y transmiten ese fuerza que se amplifica en la multitud.
“Cuando sientes que no puedes hacer respetar tu espacio personal, es hora de irte”, agrega Amos, y nos recuerda que en estas situaciones siempre es bueno guiarse por la intuición.
“No te avergüences de salirte. Muchos se quedan para evitar que otros los vean como raros o cobardes. Pero es mejor salir con tu orgullo herido, pero con vida: vete apenas te empieces a sentir incómodo”.
Lo mejor es seguir para el sentido que te lleva la corriente, sin importar que nos conduzca a un lugar que no teníamos en mente.
“Es como cuando la corriente te lleva mar adentro. Si nadas en contra perderás tu energía y te ahogarás, pero si te mueves de costado o en diagonal, eso puede ayudarte“, señala Amos, aunque eso no hubiera sido posible en Itaewon debido a la forma peculiar del terreno.
Si te ves imposibilitado de moverte hacia una salida, algo que debes tratar de hacer a toda costa es mantenerte en pie.
Si estás en tacones, deshazte de tu zapatos, recomienda Amos, porque “si tropiezas y te caes en una aglomeración hay muchas posibilidades de que nunca te puedas volver a levantar y que otra gente se tropiece y caiga sobre ti (el llamado efecto dominó), y que se produzca un colapso en la mulitud que acabe creando una pila de cadáveres”.
Tampoco te agaches para recoger algo que se te cae, no importa si son las llaves o el celular.
Es importante ayudar a levantarse a cualquier persona que se caiga: “no solo estás haciendo lo moralmente correcto al ayudar a otro, también evitas un colapso en la multitud, y aumentas tus propias posibilidades de supervivencia”, dice el experto.
Existe una posición en la que puedes protegerte mejor si te sientes en peligro en medio de una multitud que podría aplastarte. Mantendrás mejor el balance de tu cuerpo, además de proteger tus pulmones y tu corazón.
Si llegas a caer y no puedes pararte también hay una forma de protegerte para tratar de levantarte nuevamente y no perder el aire. Mira cómo se hace en el siguiente video.
Hay una causa de muerte muy común en medio de una estampida humana que no está vinculada a los tropiezos ni a las caídas: es posible morir estando de pie, a causa de la asfixia.
“Muchos mueren de asfixia por compresión. Cuando exhalas, la masa de gente puede presionar tan fuerte sobre el cuerpo, que el pecho no puede expandirse luego para tomar más aire. Así es como te sofocas”, aclara.
Muchas pueden funcionar si se adoptan cuando la densidad de gente es más baja, pero cuando llega un punto como el de Seúl, es posible que ni siquiera puedas levantar los brazos.
Debes ser consciente de cómo es el lugar cuando llegas, y marcharte si notas que ya no hay espacio suficiente para moverte cómodamente. Conoce cómo salvar tu vida en 10 emergencias aterradoras.
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