Blanca García-Orea Haro, nutricionista clínica, especializada en nutrición digestiva y hormonal, así como máster en microbiota humana, señala que la inflamación es una respuesta del sistema inmune a un daño, herida o infección; pero la hinchazón viene más por un problema digestivo.
La inflamación también incluye problemas digestivos, pero hay veces en las que simplemente hay hinchazón y no otros síntomas de la inflamación.
Esta, aparte de problemas digestivos, en muchas ocasiones tiene otros síntomas como la fatiga, el cansancio, problemas hormonales, de acné, depresión, ansiedad; la inflamación es algo más amplio, señala la especialista.
¿Qué provoca la inflamación?
García-Orea señala que lo que nos daña, y de forma recurrente, es una mala alimentación, el estrés continuo, el sedentarismo, el tabaco, el alcohol, la mala gestión emocional, la falta de descanso y las drogas.
Pero también mencionó otros hábitos antiinflamatorios como el comer más de lo que se necesita. Subrayando la importancia de no pasarse más de la cuenta en cuanto al consumo de calorías.
Ella aconseja que, para lograr un déficit calórico, lo mejor es incluir suficiente cantidad de proteína en todas las comidas, siendo más o menos 20-30 gramos por cada comida aproximadamente; a su juicio, esto ayudará a la saciedad y que no se tenga hambre de manera constante.
Uno de los consejos es que se mejore la ingesta de proteínas. | Foto: Pexels.
¿Cómo desinflamarse?
La nutricionista clínica apuesta por la pérdida de grasa porque acumularlas es justo un sinónimo de estar más inflamado.
Las células de grasa, los adipocitos, es donde se da una mayor inflamación. Al potenciar la proteína por encima de los carbohidratos, es importante para mantener el déficit calórico. La proteína, aparte de mejorar la termogénesis, mejora la saciedad, baja la grasa y es que también se necesita un mínimo de este nutriente para los músculos y huesos más fuertes.
De igual forma, se hace hincapié en la necesidad de regular el estrés para bajar justo la inflamación; además, se debe dormir bien y reducir al máximo el consumo de alcohol y tabaco. Del mismo modo, es importante la práctica del deporte.
