¿Cómo se forma la sangre?
En una sola gota de sangre hay más de 250 millones de células aisladas que flotan en un líquido amarillento llamado plasma. Las células sanguíneas constituyen alrededor del 40% del volumen total de sangre,...
En una sola gota de sangre hay más de 250 millones de células aisladas que flotan en un líquido amarillento llamado plasma. Las células sanguíneas constituyen alrededor del 40% del volumen total de sangre, que en un adulto de talla media es de 4 a 5 litros, aproximadamente el 7% del peso del cuerpo.
En la sangre hay tres tipos de células que desempeñan cada uno una función distinta. Los glóbulos rojos o eritrocitos transportan el oxígeno y el bióxido de carbono; los glóbulos blancos o leucocitos defienden al organismo de los gérmenes patógenos y otros elementos extraños que pueden ser nocivos, y las plaquetas o trombocitos desempeñan el papel principal en la coagulación de la sangre.
El plasma, que representa alrededor del 55% del volumen de la sangre, está formado en más de un 90% por agua. Sin embargo, contiene miles de sustancias diversas, entre ellas, proteínas, glucosa, sales, vitaminas, hormonas, anticuerpos y desechos metabólicos. Gracias al plasma, la sangre fluye fácilmente y distribuye en todo el organismo los elementos y compuestos que necesita para su nutrimiento y protección.
Es curioso que si se examina al microscopio un delgado frotis de sangre no se ve roja, sino de un color amarillento. El color rojo aparece sólo cuando se ven juntas grandes masas de células sanguíneas porque procede de la hemoglobina, el pigmento rojo compuesto de hierro que forma la parte fundamental de los eritrocitos.
La intensidad del color rojo varía según la cantidad de oxígeno que contiene la muestra de sangre. La sangre arterial que va cargada de oxígeno es de un color escarlata brillante; la venosa, que ha perdido ya gran parte de ese elemento, adquiere un tinte azuloso y es más oscura.